De esta manera, los trabajadores continúan con sus protestas y explican, en un folleto en inglés y español que han repartido en Son Sant Joan, que están en huelga porque su situación laboral "roza la precariedad", al "obligarles" a trabajar más de 12 horas al día o porque quieren "una subida salarial justa" ya que su sueldo "lleva más de una década congelado".
Además, explican que están "cansados de tener que hacer el trabajo de dos personas" y que quieren poder conciliar sin estar "todo el día atada al autobús". También aseguran que desean prestar un servicio de calidad y "no en condiciones precarias por falta de personal".
Precisamente este domingo el sindicato SATI reprochó al Govern y a la patronal que hubiera "estado de vacaciones" mientras los usuarios sufren los efectos de la huelga indefinida en los autobuses insulares.
Así, criticaron que no hubiera habido "ni una llamada, ni un acercamiento" desde el último encuentro. "Poco parece importarles las consecuencias que la huelga pueda tener sobre la ciudadanía, deben pensar que los demás tampoco trabajan en fin de semana", censuraron.
EL ESCOLLO, LA SUBIDA SALARIAL
El principal escollo en la negociación, según han reconocido tanto los representantes de los empresarios como de los trabajadores, está en el porcentaje de subida salarial que contemplaría el eventual nuevo convenio colectivo.
La Federación Empresarial Balear de Transporte (FEBT) ha ofrecido en un incremento retributivo que oscilaría entre el 8 por ciento y el 12 por ciento en cuatro años, mientras desde SATI han hecho dos contrapropuestas al alza que han sido rechazadas.
SEGUIMIENTO DEL 97 POR CIENTO
En cuanto al seguimiento de la huelga, este lunes ha repuntado hasta el 97 por ciento después de que durante el fin de semana descendiera ligeramente.
Fuentes de la Conselleria de Vivienda, Territorio y Movilidad han confirmado la cifra de seguimiento de esta jornada de lunes, que es de las más elevadas -junto a la del pasado viernes- registradas desde que se iniciaron las movilizaciones.
El domingo, por contra, el número de trabajadores que se sumaron a la huelga fue del 90 por ciento, algo por debajo de lo registrado en los días anteriores pero todavía por encima de las primeras jornadas de protesta.








