Pues pese al presunto interés del Mallorca, todo indica que David Costas, cedido el año pasado en Son Moix, va a terminar la temporada en el Real Oviedo. Su lesión tuvo mucho que ver en el bajo rendimiento del equipo la pasada temporada y su preferencia por la capital asturiana me ha llevado a reflexionar sobre el por qué ninguno de los futbolistas que pasaron recientemente por Palma ha querido repetir. Ortuño eligió el Cádiz y de Timon Wellenreuter, más joven y bastante mejor que Santamaría y Cabrero a pesar de su inexperiencia, nunca más se supo. No uno sino tres no han querido repetir la experiencia, luego algo tendrá el agua cuando la bendicen.
Le he trasladado mi opinión a un mallorquinista de corazón y solera que ha ampliado el abanico de la hipótesis para entrar en el terreno de la mala gestión deportiva que, por cierto, vengo denunciando aquí y antes en otros medios, cual voz que clama en el desierto. Del Mallorca se marchó Bigas, hoy central consolidado en primera división, sin dejar un euro en las arcas. Marco Asensio fue regalado por menos de la mitad de su valor actual sin que tampoco haya quedado explicado a dónde fue a parar exactamente el importe de su traspaso. Y otro mallorquín Xisco Jiménez se une al grupo del primer párrafo, para terminar en Tailandia como alma que lleva al diablo. Es fácil de imaginar un once con estos seis jugadores y cuál habría sido el destino del equipo en lugar de esta lucha épica y provinciana por evitar recaer en Segunda B.
Otra teoría dice que Robert Sarver ya ha aceptado el fracaso de su inversión y se limita a esperar que el tiempo dicte sentencia condenatoria. Pero de eso hablaremos otro dia.
