Rafael Roig, presidente de la FEBT.
Al frente de la organización más representativa del transporte por carretera en Baleares (discrecional de viajeros, regular, de mercancías, taxis y VTC), y también como vicepresidente de CAEB y miembro de la ejecutiva de CONFEBUS, Roig advierte sobre los crecientes retos que afronta el sector: sobrecostes logísticos disparados, falta de conductores cualificados y una movilidad turística cada vez más intensa y cambiante. Ante este panorama, el presidente de la FEBT reclama más control, mejor planificación y una adaptación urgente de infraestructuras y normativas para garantizar un servicio esencial en la economía de las Islas.
El 30 de mayo, la FEBT emitió un comunicado mostrando una gran preocupación por el aumento de tarifas en el transporte marítimo de mercancías. ¿Hasta qué punto están afectando estas subidas —de hasta un 115%— a la cadena logística y al tejido empresarial balear?
- Desde la Agrupación Empresarial de Mercancías de la FEBT, que preside Ezequiel Horrach, se ha lanzado una voz de alarma que compartimos plenamente desde toda la Federación. Lo que está ocurriendo con las tarifas del transporte marítimo es muy serio. La Agrupación ha señalado que el sector sufre subidas de hasta un 100 % respecto al año anterior, lo que repercute directamente en todo el sistema de distribución de bienes en las islas.
No se trata solo de un problema para los transportistas, que ya es suficientemente grave. Este sobrecoste afecta a toda la economía balear: al comercio, a la hostelería, a la industria local... y, por supuesto, al consumidor final, que acaba pagando más por productos cuyo precio de origen no ha variado, pero cuyo transporte se ha encarecido de forma desproporcionada.
A ello se suman los retrasos e incidencias operativas cada vez más frecuentes en puertos como Valencia o Barcelona, que dificultan enormemente la planificación y la logística del transporte terrestre en origen. En muchas ocasiones, las empresas llegan al puerto y se encuentran con que no pueden embarcar porque el barco ya va completo, lo que obliga a esperar horas o incluso a aplazar la salida hasta el día siguiente. Todo esto impide cumplir con los plazos comprometidos con los clientes y desorganiza por completo la operativa.
Por eso, desde la FEBT respaldamos plenamente el llamamiento que ha hecho la Agrupación de Mercancías, instando tanto a las navieras como a la Administración a que se vigilen de cerca estas prácticas y se garantice un transporte marítimo justo, transparente y eficiente.
¿Cómo definiría el momento actual que atraviesa el sector del transporte en Baleares? ¿Está sabiendo adaptarse a los cambios en los hábitos de movilidad tanto de residentes como de turistas? ¿Qué transformaciones destacaría en los últimos años?
- Considero que el sector del transporte en Baleares está inmerso en un proceso de adaptación constante. La movilidad ha cambiado muchísimo en los últimos años, tanto para quienes vivimos en las islas como para quienes nos visitan, y las empresas, tanto de viajeros como de mercancías, están haciendo un esfuerzo enorme por seguir el ritmo.
Por un lado, en la movilidad de los residentes se han producido cambios importantes en los hábitos y en el estilo de vida. Hay más población, casi todo el mundo tiene vehículo propio y, además, han cambiado los horarios laborales, escolares y, en general, la forma en que nos organizamos en el día a día. La desaparición progresiva de la jornada partida, junto con la coincidencia horaria de entradas y salidas de colegios y centros de trabajo, hace que a determinadas horas todos quieran llegar a su destino al mismo tiempo. Esto genera atascos puntuales, pero muy intensos, especialmente entre semana. Y no es un problema exclusivo del turismo: un 15 de enero, a las 7 de la mañana, no hay ni autocares turísticos ni coches de alquiler circulando y, sin embargo, las principales vías de acceso están colapsadas. En verano, curiosamente, esos atascos muchas veces no se producen con tanta intensidad, porque no hay colegio ni trabajo en horarios tan fijos, y además muchas personas están de vacaciones o pasan más tiempo en segundas residencias, lo que reduce los desplazamientos habituales.
Por otro lado, el turismo también ha evolucionado. Antes era más organizado, con estancias largas y viajes más tranquilos. Ahora, con estancias medias de entre 4 y 7 días, los visitantes intentan aprovechar cada minuto. En menos tiempo quieren hacer lo mismo que antes se repartía en dos semanas, y eso multiplica la intensidad de la movilidad.
Además, el turismo por libre ha crecido mucho. Cada vez más personas organizan su viaje por cuenta propia, con reservas de última hora, grupos pequeños y planes personalizados. Esto obliga a las empresas a una flexibilidad constante, adaptándose sobre la marcha a una demanda cambiante y muy exigente.
A pesar de todas estas transformaciones, el sector del transporte ha sabido adaptarse. Con mucho esfuerzo, planificación y compromiso, está respondiendo a una realidad que ya no se parece en nada a la de hace una década. Y sigue haciéndolo, porque si algo ha demostrado este sector es su capacidad de evolucionar para seguir prestando un servicio esencial.
¿Qué retos afronta hoy el transporte discrecional de viajeros y qué medidas considera la FEBT que deberían implementarse para garantizar su operativa?
- El transporte discrecional de viajeros juega hoy un papel clave en la movilidad de Baleares. Es un modelo colectivo que permite desplazar a grupos de personas de forma eficiente, segura y flexible, ayudando a reducir el número de vehículos en circulación y a descongestionar las vías.
Sin embargo, en el día a día nos encontramos con múltiples dificultades que complican seriamente la operativa: zonas de carga y descarga mal señalizadas o inexistentes, espacios ocupados por vehículos estacionados de forma indebida en esquinas o zonas donde está expresamente prohibido, provocando la imposibilidad de maniobrar con seguridad… Todo ello genera tensiones, provoca retrasos y, lo más preocupante, proyecta una imagen negativa e injusta de un servicio esencial para el buen funcionamiento del turismo y de la economía local.
Y en medio de todo esto, hay que poner en valor la labor de nuestros conductores, que trabajan bajo presión constante y en condiciones muchas veces complejas. Lo hacen con profesionalidad, garantizando la seguridad en la carretera. Su compromiso diario es parte fundamental del éxito del servicio.
Por eso pedimos que los ayuntamientos de los principales destinos turísticos valoren lo que aportamos a su localidad. Sin nuestro trabajo, muchos negocios directamente no funcionarían, porque somos quienes llevan a los clientes a sus puertas. Otro punto que requiere atención urgente es la concentración de vuelos y cruceros en franjas horarias muy reducidas. Antes, los vuelos llegaban repartidos a lo largo del día —incluso por la noche—, lo que permitía una movilidad más escalonada. Hoy, en cambio, la mayoría de llegadas se concentran en unas pocas horas, colapsando los accesos al aeropuerto y saturando los servicios.
A esto se suma un problema cada vez más frecuente: los largos tiempos de espera en el aeropuerto debido a los controles de entrada de pasajeros extracomunitarios. La falta de efectivos en los puestos de control genera colas interminables, lo que retrasa la salida de los grupos, obliga a los autocares a esperar más de lo previsto, suponiendo un sobrecoste, ya que AENA cobra a las empresas por estacionar en sus dependencias.
Con los cruceros ocurre algo similar: cuando coinciden varios atraques, se bloquean los accesos a Palma, afectando tanto a residentes como a profesionales del sector.
Desde la FEBT consideramos imprescindible establecer una regulación clara que permita una distribución equilibrada, tanto horaria como diaria, de los flujos de llegada y salida de vuelos y cruceros. No podemos seguir concentrando en pocas horas lo que antes se repartía a lo largo de todo el día, porque el sistema no puede absorberlo. Se trata de planificar con responsabilidad, pensando en la capacidad real de las infraestructuras y en el impacto que estas concentraciones tienen sobre la movilidad de residentes, trabajadores y visitantes.
¿Cómo está afrontando el transporte discrecional estos sobrecostes operativos y qué impacto tienen en la calidad del servicio?
- Es evidente que el sector del transporte discrecional está haciendo un esfuerzo enorme para sostener la calidad del servicio en un contexto de costes cada vez más elevados. Mantener una flota operativa exige inversión continua en tecnología, mantenimiento preventivo, personal cualificado… y todo ello con márgenes muy ajustados. Por poner un ejemplo concreto, algunas piezas de recambio han llegado a encarecerse hasta un 70%, lo que complica notablemente la gestión diaria y la capacidad de reacción ante cualquier incidencia.
A ello se suman pequeños deterioros o incidencias que, aunque no siempre se visibilizan, acaban teniendo un gran impacto en los costes de mantenimiento. Hay servicios que, por su naturaleza y frecuencia, requieren una atención especial. No es lo mismo realizar un traslado puntual con un grupo de adultos que asumir servicios de transporte escolar, donde es más habitual de lo que nos gustaría que se produzcan ciertos desgastes o comportamientos que afectan al interior del vehículo: desde asientos forzados o tapicerías rasgadas, hasta martillos de emergencia arrancados o extintores manipulados sin causa justificada.
Estamos hablando de vehículos cuyo valor ronda los 280.000 euros más IVA. Cuidarlos y mantenerlos no es solo una cuestión económica, sino de seguridad y de imagen para el servicio. Cuando se producen este tipo de incidentes, además de las reparaciones, hay que detener el vehículo, reorganizar el servicio y absorber un desgaste que, poco a poco, va pasando factura al conjunto del sector.
Por eso, más allá de lo estrictamente económico, también se genera una frustración profunda en las empresas. Se trabaja con profesionalidad y compromiso para garantizar un servicio seguro y puntual, y muchas veces se encuentran con situaciones que escapan completamente a su control. Lo que pedimos es que se valore todo lo que implica prestar este servicio, porque mantener la calidad, en estas condiciones, no es ni fácil ni barato.
¿Qué previsiones maneja la FEBT para esta temporada alta de verano? ¿Está el sector preparado para atender el volumen de demanda previsto?
- Como viene ocurriendo en los últimos años, las previsiones para esta temporada alta son bastante irregulares. A día de hoy se percibe cierta oscilación en la demanda, con picos muy marcados y períodos más tranquilos. Eso nos obliga a estar muy atentos y coordinados, tanto para poder responder bien en los momentos de mayor presión, como para reorganizar recursos cuando la actividad baja y seguir ofreciendo un servicio de calidad.
El sector, afortunadamente, ya tiene mucha experiencia en hacer malabares con estas subidas y bajadas de actividad. Pero eso no significa que sea fácil. Requiere mucho esfuerzo, planificación y flexibilidad, y además, con la responsabilidad añadida de no ofrecer nunca una mala imagen al cliente. Al final, todos sabemos que el turista es una parte fundamental de nuestra economía, y el reto está en seguir cuidándolo sin dejar de lado la calidad de vida de quienes vivimos aquí.
Y en este punto me gustaría hacer una reflexión: es importante ser muy prudentes con determinados discursos, ya que pueden tener consecuencias muy negativas para nuestra economía. A veces no somos plenamente conscientes del alcance que pueden tener ciertos mensajes —sobre todo cuando se difunden rápidamente a través de redes sociales o medios internacionales—. Lo cierto es que cualquier impacto negativo en la imagen de nuestro destino turístico puede acabar repercutiendo en toda la sociedad balear. Por eso debemos ser responsables en nuestras palabras y acciones, porque las consecuencias, tarde o temprano, nos llegarán a afectar a todos.
Sigue habiendo competencia desleal en el entorno del aeropuerto. ¿Qué medidas propone la FEBT para reforzar el control de la actividad ilegal, tanto ante AENA como ante la Conselleria de Movilidad?
- Desde la FEBT llevamos años denunciando el intrusismo que se da en el entorno del aeropuerto. Hablamos de particulares sin ningún tipo de permiso que, con su coche particular, se dedican a ofrecer servicios de traslado a turistas sin estar dados de alta, sin pagar impuestos, sin seguros adecuados y sin ningún control. Es una competencia desleal en toda regla.
Este tipo de actividad no solo perjudica gravemente a las empresas que sí cumplen con todos los requisitos legales, sino que también supone un riesgo real para los pasajeros. Si ocurre un accidente, ese vehículo no cuenta con un seguro de transporte de viajeros, y el pasajero puede quedarse completamente desprotegido.
Considero que AENA no permitiría que alguien aterrizara en Son Sant Joan con su avioneta particular y empezara a cobrar billetes como si fuera una aerolínea. Pues con el transporte por carretera ocurre lo mismo: no puede ser que cualquiera se plante en la zona de llegadas.
¿Qué valoración hace de la finalización de las obras en la Vía de Cintura? A partir del 10 de junio se podrá circular a 100 km/h en el 90% del trazado. ¿Qué impacto tendrá esta mejora en la movilidad profesional y general?
- Desde la FEBT valoramos muy positivamente la finalización de estas obras. Recuperar la velocidad máxima de 100 km/h en la Vía de Cintura era una de nuestras demandas como sector, porque entendemos que contribuye a una mayor fluidez del tráfico, sin que ello tenga por qué implicar un aumento de la siniestralidad si se gestiona con responsabilidad.
Además, queremos agradecer al Consell de Mallorca, competente en esta vía, por el trabajo realizado. No solo por haber recuperado la velocidad máxima, sino también por el conjunto de mejoras ejecutadas, como la optimización de los accesos desde la carretera de Manacor a la autopista del aeropuerto, o la implantación de carriles cero, que facilitan las incorporaciones y salidas en momentos de alta intensidad de tráfico.
Ha sido una intervención integral sobre una de las arterias más importantes de acceso y salida de Palma, y creemos que tendrá un impacto muy positivo tanto en la movilidad profesional como en la general.
A veces no hacen falta grandes infraestructuras nuevas: pequeñas mejoras bien ejecutadas, como las que se han llevado a cabo en este caso, pueden marcar una gran diferencia en la circulación diaria y en la calidad del servicio que prestamos.
¿Qué opinión le merece el Pacto por la Sostenibilidad impulsado por el Govern balear y de qué forma ha participado la FEBT en este proceso?
- Desde la FEBT valoramos muy positivamente la creación del Pacto por la Sostenibilidad. Creemos que es una iniciativa ambiciosa y necesaria, y reconocemos el gran esfuerzo que ha hecho el Govern balear no solo para ponerlo en marcha, sino también para estructurarlo de forma participativa y abierta a todos los sectores sociales.
Como entidad representativa, hemos participado activamente en las mesas de trabajo, aportando la visión y experiencia del sector del transporte, que es clave para cualquier modelo de desarrollo sostenible en un territorio insular como el nuestro. Hemos planteado propuestas y también hemos escuchado, porque creemos que este tipo de procesos deben construirse desde el diálogo y la voluntad real de llegar a consensos.
Ahora bien, también somos conscientes de que los resultados de un pacto de estas características no pueden ser inmediatos. No existe una herramienta que, en unos pocos meses, solucione los retos que se han ido consolidando a lo largo de años. Por eso, es fundamental tener paciencia, mantener una actitud constructiva y seguir participando con compromiso.
El verdadero valor de este pacto está en que todos —ciudadanos, empresarios, sindicatos, grupos políticos y colectivos sociales— se sientan parte del proceso. Solo desde esa implicación colectiva será posible avanzar hacia un modelo económico, social y ambientalmente más equilibrado. Y desde la FEBT, seguiremos estando presentes para contribuir a que ese objetivo común se convierta en una realidad.
¿Qué le parece el proyecto del segundo cinturón de Palma, que conectará la autopista del aeropuerto con Son Ferriol mediante tramos soterrados? ¿Será una infraestructura clave para descongestionar los accesos a la ciudad?
- El proyecto del segundo cinturón de Palma, especialmente el tramo que conecta la autopista del aeropuerto con Son Ferriol, es, sin duda, una de las infraestructuras más urgentes y prioritarias para nuestro sector. Hablamos de una zona con un tráfico muy denso y conflictivo, y cualquier actuación que ayude a descongestionar ese acceso será fundamental para mejorar la movilidad.
Es una inversión importante, sí, pero considero que es necesaria. No podemos olvidar que muchas de las infraestructuras viarias que utilizamos a diario fueron diseñadas hace más de 30 años, cuando el volumen de vehículos y el ritmo de crecimiento de Mallorca no tenían nada que ver con la realidad actual.
Por eso, desde la FEBT apoyamos totalmente este proyecto. Creemos que va a mejorar de forma clara los accesos no solo a Palma, sino también al aeropuerto, al puerto y a otros puntos estratégicos.
¿Cuál es el papel de la FEBT en la formación de nuevos conductores profesionales? ¿Qué acogida están teniendo los cursos CAP entre los trabajadores y las empresas del sector?
- Considero que hay que apostar firmemente por la formación de nuevos conductores profesionales, porque es una necesidad urgente del sector. Colaboramos con distintas entidades para facilitar cursos, impulsamos acciones formativas con el SOIB y buscamos constantemente mejorar la cualificación de los trabajadores. Pero también es importante decir las cosas claras: el CAP, tal y como está planteado hoy en día, no está funcionando.
Bajo mi punto de vista, el CAP necesita una actualización profunda. En su formato actual, es una formación que se ha quedado estancada, con contenidos que no aportan valor real al conductor ni a la empresa. No sirve como herramienta de reciclaje, ni responde a las necesidades del día a día en carretera. Lo que pedimos es que se convierta en una formación útil, que incluya contenidos prácticos de verdad: atención al cliente, seguridad, conducción eficiente, nuevas tecnologías o primeros auxilios, por ejemplo.
El conductor tiene que salir de un curso con algo que le sirva, que lo motive, que lo haga mejor profesional. Y si no es así, entonces estamos perdiendo tiempo y dinero. La formación tiene que estar al servicio de la mejora del sector, no ser un trámite que se cumple sin resultados.
¿Faltan conductores en Baleares? ¿Qué barreras dificultan el acceso a la profesión? ¿Está siendo fácil cubrir la demanda de profesionales cualificados? ¿Hay suficiente relevo generacional en el transporte por carretera?
- La falta de conductores no es solo un problema de Baleares, es algo que afecta a toda España y a buena parte de Europa. Pero aquí en las islas la situación es más complicada, sobre todo por la dificultad de acceso a la vivienda, que impide atraer trabajadores de fuera.
Una de las barreras más importantes es el coste de acceso a la profesión: sacarse el carnet, el CAP y completar la formación puede superar los 3.000 euros. Y a día de hoy, esa formación todavía no está integrada como una enseñanza reglada o subvencionada de forma estable. Esto hace que muchos jóvenes ni se planteen entrar en el sector porque, sencillamente, no se lo pueden permitir.
Las empresas hacen malabares cada temporada para cubrir servicios, especialmente en verano. Pero lo que de verdad preocupa es el relevo generacional. La edad media de los conductores es muy alta y no hay suficientes jóvenes entrando al sector como para garantizar el futuro. Si no se ponen en marcha medidas urgentes –como ayudas directas, formación subvencionada o mejoras en las condiciones laborales–, dentro de unos años habrá servicios que directamente no se podrán cubrir.
Y no hablamos solo de conductores. También hay una falta evidente de otros perfiles profesionales imprescindibles, como mecánicos y técnicos especializados en nuevas tecnologías. En un sector cada vez más digitalizado y con flotas más complejas, esta carencia también pone en riesgo la continuidad y calidad del servicio.
¿Qué impacto pueden tener las reformas laborales previstas, como la posible reducción de la jornada, en el sector del transporte por carretera?
- Desde la FEBT vemos con preocupación la propuesta de reducir la jornada laboral sin tener en cuenta las particularidades de sectores como el transporte. En nuestro caso, ya partimos de una escasez estructural de personal, especialmente de conductores profesionales, y esta medida, si se aplica sin flexibilidad, puede agravar aún más la situación. Si no hay suficientes trabajadores, y además se reducen las horas que pueden trabajar, simplemente habrá servicios que no podrán prestarse. No se trata de una cuestión ideológica, sino de una realidad operativa.
A esto se suma otro fenómeno que está afectando cada vez más al funcionamiento de las empresas: el incremento del absentismo laboral. En los últimos tiempos, hemos visto cómo este indicador ha crecido, dificultando todavía más la planificación diaria y generando una presión añadida sobre las plantillas. En el caso del transporte, donde los horarios están muy marcados y los servicios deben cubrirse sí o sí, la falta imprevista de personal puede desorganizar por completo una jornada entera.
Por eso, desde la Federación creemos que es imprescindible que cualquier reforma laboral se haga con diálogo y con una visión realista. Necesitamos políticas que garanticen condiciones laborales dignas, sí, pero que también permitan a las empresas seguir prestando sus servicios sin poner en riesgo su viabilidad.
El pasado 2 de junio se eligió a Mar Baleta como nueva presidenta de la Asociación Empresarial de Transporte Regular de Viajeros. ¿Qué supone esta incorporación para la FEBT y qué prioridades se marca esta nueva etapa?
- La FEBT, a lo largo de sus casi 50 años de historia, ha vivido distintos relevos generacionales, algo natural y muy positivo. En este caso, Mar Baleta toma el testigo de Francisca Caldentey al frente de la Asociación Empresarial de Transporte Regular de Viajeros, y quiero aprovechar para agradecer sinceramente a Francisca su dedicación, su compromiso y el trabajo que ha desarrollado durante todos estos años.
Mar es una joven profesional con una trayectoria sólida y un profundo conocimiento del transporte público. Estoy convencido de que aportará ideas renovadas y será un valor añadido para la Agrupación. Cuenta con todo mi apoyo y el de la Junta Directiva para liderar con solvencia esta nueva etapa.
Y quiero aprovechar también para agradecer a todos los miembros directivos de la FEBT, por su dedicación y profesionalidad. Aportando su tiempo y experiencia para defender los intereses del sector, muchas veces restándolo de su empresa o su familia. Su implicación es fundamental para que la FEBT siga avanzando.
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Pero no dice que llevan 50 años sus “asociados” del bus y el taxi torpedeando cualquier iniciativa de transporte público que no sea bus y taxi. No al tren, no al metro, no a todo. Metro y cercanías como madrid, barcelona o cualquier ciudad europea y fin de los atascos.