El sector sanitario muestra grandes dificultades para la innovación. Los técnicos lo achacan a las limitaciones de los factores materiales. Los políticos lo circunscriben exclusivamente a ellos. En especial, a los problemas para afrontar el crecimiento progresivo de la demanda con recursos limitados. Y no les falta razón.
Sin embargo, los medios y los resultados de los servicios de salud son muy variables y el factor económico explica sólo una parte, no mayoritaria, de las diferencias. En este sentido, el despilfarro, las inversiones improductivas y las decisiones desacertadas no juegan un papel menor.
En el entono sanitario, la docilidad, la adhesión y el asentimiento tienen premio. El precio de la mansedumbre y de la aprobación a la búlgara de decisiones desafortunadas es muy elevado. Por otro lado, el precio que se paga por la falta de crítica interna y la ausencia de debate es incalculable. La cultura de la sumisión interesada es un lastre para el paciente, para el sistema y para el profesional.
No es factible hablar de compromiso, de creatividad y de innovación en un entorno jerárquico de silencio y acatamiento. De hecho, limita en grado sumo la capacidad para responder con agilidad y eficacia a los desafíos a los que se enfrenta.
De hecho, es imprescindible cierto grado de desobediencia inteligente y controlada que cuestione las normas institucionales perjudiciales o carentes de sentido. Para ello, es muy importante promocionar una cultura que permita cambiar y transformar las reglas hacia la mejora.
El miedo, la desconfianza o la misma envidia inclinan al rechazo de los que se apartan del grupo y del interés grupal. Una organización que desea crear una cultura perseverante de innovación debe mantener un nivel adecuado de rebeldes y proveerlos de método y herramientas para presentar con libertad ideas constructivas de transformación.
En realidad, a día de hoy, estamos lejos de la cultura de la mejora y la innovación permanente, en especial por la invasión partidista indisimulada de las organizaciones sanitarias.