Esta no ha sido la única estadística que ha actualizado este año Luka Romero, quien desde el pasado mes de junio puede presumir de ser el jugador más joven en debutar en Primera División. Lo hizo, además, ante el Real Madrid, después de que el entonces técnico mallorquinista, Vicente Moreno, le hiciera saltar al campo del estadio Alfredo Di Stéfano en el tramo final de un encuentro que el cuadro balear acabó perdiendo por 2-0. Tenía entonces 15 años y 229 días.
Hoy por hoy, Luka es, sin duda alguna, uno de los patrimonios de presente y, sobre todo, de futuro más valiosos para el Real Mallorca, club en el que recaló con apenas 11 años de edad, procedente del fútbol ibicenco. En 2011, el FC Barcelona tuvo la oportunidad de ficharle, pero los técnicos blaugranas desestimaron, por diferentes razones, su contratación y, con el tiempo, Luka se convirtió en la joya de la corona del fútbol base de Son Moix.
Su calidad, técnica y desparpajo no solo han llamado la atención de algunos de los clubes más importantes del continente, sino también de tres selecciones, las tres que, a raíz de su triple nacionalidad, se hallan en disposición de convocar a Luka: Argentina, México y España. En principio, los albicelestes cuentan con cierta ventaja sobre los otros dos combinados, ya que no en vano el joven delantero mallorquinista ya ha sido internacional sub-17 con Argentina. Sin embargo, la Federación Española de Fútbol no renuncia ni mucho menos a convencer a Luka para que se enfunde la roja en un futuro no demasiado lejano.
UN GOL FUERA DE SERIE Y UNA CELEBRACIÓN ESPECIAL
La celebración de su primer gol como futbolista profesional fue también muy especial. Visiblemente emocionado y abrazado por todos sus compañeros, Luka rompió a llorar por la emoción, como reconocería posteriormente. En su cuenta de Twitter, también confesó que había levantado los brazos al cielo en recuerdo y homenaje del estandarte por excelencia del fútbol argentino, Diego Armando Maradona, fallecido la pasada semana: "Muy feliz por primer gol con el Mallorca y por otra victoria más. Esto va por D10S', escribió el joven talento bermellón.
La factura estética del gol de Luka Romero ante el Logroñés se hace acreedora también a una mención superlativa, porque no fue, ni mucho menos, un gol cualquiera, sino un auténtico prodigio de control y técnica. Llevaba unos pocos minutos sobre el campo cuando Salva Sevilla acertó a enviar una certera asistencia al corazón del área, donde Luka se giró con inusitada rapidez y, en una maniobra soberbia, buscó el mejor ángulo de tiro para batir sin remisión al guardameta del Logroñés, el ucraniano Yaroslav Meikhers, quien había ocupado la plaza de Roberto Santamaría después de que el portero exmallorquinista sufriera una lesión.