Años después, el ambiente en las aulas vuelve a caldearse a causa de los tijeretazos del Govern en las asignaciones a centros educativos públicos.
El malestar en la comunidad educativa es grande por el fondo y las formas. "No se ha hablado nada. La conselleria tomó la decisión y se publicó en una disposición transitoria de los presupuestos el 31 de diciembre, cuando se estaba de vacaciones, a mitad de curso y con muchas cosas iniciadas", ha explicado el presidente de la asociación, Joan Amorós, que tilda la decisión "de ataque a la autonomía de los centros" y advierte que "dificultará mucho su funcionamiento normal".
Según ha dicho, la Conselleria "desconoce" por qué los centros disponen de remanentes, "principal motivo esgrimido para impulsar los recortes". "No es un ahorro que los centros obtengan por una mala gestión y si alguno tiene un remanente exagerado, la misión de Conselleria es averiguar el motivo", ha insistido.
Amorós ha lamentado que las asignaciones de la Conselleria sirven para cubrir gastos como el teléfono "y poca cosa más", así que el remanente procede de aportaciones e iniciativas y se usa para distintos objetivos.
El colectivo advierte que, de no rectificar, organizarán nuevas movilizaciones.
RECORTES EN LAS ASIGNACIONES A CENTROS EDUCATIVOS
Para todos ellos, "una buena gestión económica debería ser prever gastos imprevistos que cuando se producen pueden suponer la desestabilización de todo el presupuesto", como la compra de una fotocopiadora o un ordenador, gastos que en ocasiones requieren del ahorro acumulado durante varios cursos.