La renovación integral de Plaza de España ya tiene calendario y presupuesto. La Junta de Gobierno ha aprobado esta semana la hoja de ruta para la total rehabilitación de este punto neurálgico de la ciudad, que prevé tres millones de euros para todas las mejoras.
El principal cambio pasa por la renovación del pavimento. Así pues, se sustituirán los 8.100 metros cuadrados de baldosas actuales por otras de hormigón y fibra que resultan más resistentes. Una zona tan transitada lo requiere.
Además, se reparará la fuente que rodea la estatua del Rei en Jaume, se renovará todo el mobiliario y se llevará a cabo el mantenimiento del carril bici y la mejora de la banda de encaminamiento.
Y una cuestión no menor: se ejecutarán las obras de separación de las aguas pluviales y nueva red de agua potable y alcantarillado, una de las acciones más urgentes en toda Palma dada la antigüedad de sus infraestructuras y el desastre medioambiental que suponen los vertidos a la bahía.
Las obras comenzarán a finales de año y tendrán una duración de 16 meses, lo cual representa un espacio de tiempo excesivamente largo y que, con toda seguridad, supondrá importantes inconvenientes a vecinos, comerciantes y viandantes de la zona. Pero no queda otra.
La octava ciudad de España y una de las capitales del turismo europeo no puede permitirse el lastimoso estado que presenta la plaza desde hace años. Se trata de uno de los puntos más transitados de la capital -por su ubicación entre el centro y el Eixample y la conexión con la estación de autobuses y metro- y sin embargo, apenas se ha invertido en su cuidado.
Ahora sólo queda felicitarse por que este punto clave de la ciudad vaya a recuperar la mejor de sus versiones.