El hasta hace poco secretario general del Partido Popular de Palma, José María Rodríguez, compareció ante el juez Manuel Penalva y el fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán para responder a sus preguntas sobre la trama de corrupción policial en el seno de la Policía Local. De sus respuestas se sabe que el juez instructor llamará a declarar a Álvaro Gijón, diputado autonómico y concejal del Ajuntament de Palma, colocándole en una situación muy comprometida políticamente.
Rodríguez es un maestro del escapismo y pese a la gravedad de las imputaciones, parece mantenerse al margen de la organización corrupta. Al menos eso es lo que él defiende y al margen de algunos testimonios más o menos creíbles, no parece que haya mucho más para sostener una acusación contra él. Por supuesto, él niega toda relación con la mafia policial instalada en Sant Ferran y corresponde a los acusadores presentar pruebas de su relación con el grupo criminal.
No es la primera vez que José María Rodríguez comparece ante un juez y el caso Over resulta mucho más incriminatorio para él que el de la Policía Local, aunque resulte menos mediático. Ahora se comprueba lo acertado de su dimisión porque permanecer en el cargo del PP de Palma hubiese sido letal para la formación.



