Sa Fundació, como entidad cultural comprometida con la preservación y promoción de la lengua y cultura balear, quiere expresar públicamente su apoyo al Consell Insular de Menorca y al conseller de Cultura en todas las iniciativas dirigidas a garantizar el futuro del menorquín y situarlo donde le corresponde en la vida pública.
La entidad manifiesta su satisfacción porque el nuevo Reglamento de Usos Lingüísticos del Consell Insular de Menorca incorpora la prioridad de las formas lingüísticas propias del menorquín en diversos ámbitos de la actividad institucional. Esta apuesta por la lengua menorquina representa un paso significativo hacia su consolidación y reconocimiento en el espacio público y administrativo.
Sa Fundació reafirma su compromiso con los principios recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos, que reconoce el derecho de todas las comunidades lingüísticas a usar su lengua en todos los ámbitos de la vida social e institucional.
Según la entidad, el menorquín es un patrimonio cultural único, fruto de siglos de historia e identidad compartida. No es solo un medio de comunicación, sino memoria, cohesión y un elemento esencial que define Menorca como pueblo. Por ello, Sa Fundació defiende que la lengua debe impulsarse, dignificarse y normalizarse sin más dilaciones.
La nota también recuerda que durante mucho tiempo el menorquín ha estado marginado de los espacios oficiales, relegado al ámbito doméstico y folclórico, lo que pone en riesgo su vitalidad y puede llevar a una posible extinción si no se revierte la situación.
Por todo ello, Sa Fundació apoya políticas públicas que:
- Garanticen el derecho efectivo de atención en menorquín en todos los servicios públicos.
- Refuercen la presencia de la lengua en la comunicación institucional y en los procedimientos administrativos.
- Promuevan su uso habitual y social, especialmente entre jóvenes y en educación.
- Impulsen proyectos culturales y formativos que fomenten su prestigio y orgullo de pertenencia.
Finalmente, la organización anima a todas las administraciones y entidades a hacer un uso efectivo y respetuoso del menorquín, en beneficio de la cohesión social y de la pluralidad cultural, y subraya que Menorca necesita una administración que hable como su pueblo.








