Por ello, el líder del Ejecutivo y del PSOE ha anunciado una nueva medida en torno al acceso asequible a la vivienda, con la construcción de 43.000 casas extra, más allá de las 50.000 que ya pertenecen a la Sareb y que se pondrán a disposición de la población general como parte de un plan de emergencia. En todo caso, ayer se pudo saber que 15.000 están todavía pendientes de construir.
Para financiar esta promoción de 43.000 nuevas viviendas, el Gobierno lanzará una línea de gasto de 4.000 millones de euros. En total serán casi 100.000 hogares para acceder a alquileres asequibles.
Estas viviendas tendrán que cumplir dos condiciones, ha detallado Sánchez: la eficiencia energética y que se destinen a alquiler asequible o a cesión en uso de al menos 50 años.
Sánchez ha reconocido que la vivienda es “un problemón” en España debido a haberla tratado “como una mercancía, cada vez más exclusiva y minoritaria”, en lugar de como un derecho.
Frente a ello, “vamos a convertir a la vivienda en el quinto pilar del estado del bienestar”, ha subrayado, lo que pasa por acercarse al 20 por ciento de viviendas destinadas a alquiler público a precios asequibles de algunos países europeos.
Este anuncio lo ha hecho en el Congreso, durante su comparecencia, que estaba planificada para hablar del último Consejo Europeo, las relaciones con Marruecos y otros asuntos de actualidad, pero que Sánchez ha aprovechado para realizar estas promesas de tinte electoral.
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