No sabemos a ciencia cierta las razones del presidente para adelantar las elecciones. Tampoco si lo tenía rumiado desde hace días al intuir la debacle electoral que se le avecinaba. (En este caso resulta increíble que siga manteniendo a un fullero como Tezanos).
Es posible que haya influido la pesadilla de los meses por venir hasta diciembre y la convicción de que tarde o temprano, antes de fin de año, más de un socialista destacado hiciera saber que Sánchez era el principal culpable de la debacle y que continuar siéndole leales era ir al precipicio.
Con la maniobra silencia a los potenciales disidentes, pocos se atreverán ahora a musitar algo que le haga el juego a la "horrible derecha" fuente de todo mal para un militante socialista. Seguirá el silencio y pasma ver la cantidad de socialistas de postín, y me refiero sobre todo a aquellos que no dependen de un sueldo oficial, que no dicen ni mu aunque estén asombrados ante los desmanes de Sánchez. El último es convocar elecciones antes de debatir el tema en el Consejo de Ministros, por no hablar de la ley del sí es sí, la de educación, la de vivienda, la de la memoria histórica selectiva, la cuestión de los presupuestos aprobados con la ayuda de Bildu, hitos que no son obra de Celáa, de Montero, ni de carmen Calvo sino de Sánchez.
Lo que sí está claro es que Sánchez va a intentar vender con todo su aparato mediático que los eventuales acuerdos entre PP y Vox son algo más horrible, más espeluznante fascista y totalitario que el pacto nazi-soviético de Agosto del 39 en que Rusia obtenía barra libre para intervenir en Finlandia, absorber Letonia, Estonia y la mitad de Polonia y Hitler se quedaba con Lituania y la otra mitad de Polonia. ("La pasionaria" escribiría que Polonia era "una cárcel del pueblo, una república de campos de concentración" y que con su desaparición el imperialismo "ha perdido un punto de apoyo contra la Unión Soviética, contra la patria del proletariado" . Así saludó aquella gran demócrata como se borraba del mapa a todo un país.)
No serán pocos los socialistas y los comunistas que presenten cualquier alianza de los populares con Vox en términos apocalípticos; eso, dirán, es la muerte de la democracia, el triunfo del racismo y del oscurantismo amén de otras cosas funestas. No olvidemos que gente muy sensata ha escrito o firmado que la ciudad de Madrid llevaba 26 años "infernales" dirigida por el PP. Si alguien con dos dedos de frente ha podido comulgar, aunque sea verbalmente, con que Madrid ha vivido años "infernales" con Esperanza Aguirre, Álvarez del Manzano, Ana Botella., ¿qué no dirá por su boca cuando el PP dé una Consejería, sólo una, a un miembro de Vox en Extremadura o Murcia?
Y sería deseable que si el principal partido de la oposición quiere terminar con los años "angelicales" de Sánchez no se amilane ante la diatriba que le va a caer y les doy un argumento que podría estar en el Catón de mi infancia : "Pedro, Pedro. Si tu has sido capaz de pactar con Podemos y con Bildu, ¿cómo puedes echarme en cara que haga acuerdos puntuales con Vox? ¿Cómo puedes tener tanto morro? ¿En que manual de democracia se demuestra que Podemos es un partido democrático y Vox fascista? ¿Si tu vas de puro y de limpio mencionando a Gurtel o a la buena de Rita Barberá, cómo puedes olvidar que los Eres andaluces, el caso español más bochornoso de corrupción de los últimos cien años, lo concibió, diseñó y ejecutó tu partido, el PSOE ¿Cómo puedes ser no ya tan mentiroso sino tan sinverguenza?. Hay muchos más ejemplos de cinismo sanchista en cualquier hemeroteca, sólo hay que querer utilizarlos.
Lo dicho, la oposición ha triunfado claramente pero debe estar preparada a la demonización que le va a caer. Para bastantes, todo vale con tal de que la "derecha", digamos el PP, no gobierne. Esa es la polarización a la que hemos llegado y que el pacífico Sánchez ha fomentado.
Inocencio F. Arias