El juez de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, ha terminado la investigación del 'caso Son Espases' centrado en el expresidente del Govern, Jaume Matas y la exconsellera de Salud y Consumo Aina Castillo y ha acordado el sobreseimiento provisional y parcial respecto de Juan Miguel Villar Mir, José Magán, Fernando Areal y Luis Francisco Piña. Lo hace al expirar la ampliación del periodo de instrucción que solicitó ahora hace un año debido a la “complejidad” de la causa. El caso investiga el presunto amaño en la adjudicación de las obras del hospital de referencia de Balears y su conexión con la reforma de la sede nacional del PP.
En concreto, Castro ha dictado un auto en el que dispone "continuar la tramitación de las diligencias previas de esta causa por los trámites de procedimiento abreviado" por si los hechos imputados fueran constitutivos de un delito de malversación de caudales públicos, prevaricación administrativa, tráfico de influencias y fraude a la Administración.
Además de a Matas y a Castillo también se investiga al exdirector general del Institut Balear de la Salud Joaquín Sergio Bertrán y al propietario de la consultora Global PM, Jesús Peinado.
Este auto supone la finalización de la investigación y ahora, las acusaciones personadas tienen un plazo de 20 días para formular sus escritos, ya sea para solicitar la apertura de juicio oral o el sobreseimiento de la causa, pudiendo reclamar diligencias complementarias.
Cabe destacar que la resolución no es firme y que contra ella se puede interponer un recurso de reforma y un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.
En su auto el juez Castro apunta que "no da pie a duda" que el procedimiento administrativo que tenía que haber conducido a una propuesta de adjudicación "libremente sopesada y decidida" por la Mesa de Contratación se desvió en dos ocasiones, "siendo el artífice de tal imposición aquel a quien nada se le escapaba de su competencia fáctica".
Castro concluye que Matas, valiéndose de Castillo, Bertrán y del que fuera el director económico del Ib-Salut, Juan Manuel Sanz, y en una primera fase del administrador de Global PM Consultores, "amañó por dos veces y en sentido inverso el concurso para la adjudicación del contrato para la construcción, explotación y conservación"de Son Espases.
Esta "manipulación" ocurrió en un primer momento para intentar conseguir que la adjudicación recayera en la UTE liderada por OHL y en un segundo por razones, entre las que podría tener cabida "el terror", de verse descubierto, al hacer lo propio pero en sentido contrario, para que la adjudicación recayera en la UTE competidora mas cercana, Dragados, lo que culminó con éxito.
El juez en el auto señala que quedan por clarificar las motivaciones que guiaron a Matas a actuar de esta manera.
Considera "difícil asumir que quien amaña por dos veces un concurso para beneficiar a concretos licitadores lo haga por capricho o ejercicio abusivo de autoridad sin más".
Añade que al no constar relaciones de amistad o parentesco con los responsables de las dos entidades "sería de una ingenuidad imperdonable" no caer en la cuenta de una "motivación económica, bien del partido político que sustentaba al presidente del Govern, tanto a nivel nacional como autonómico, o de sus concretos dirigentes".
Castro se refiere a las declaraciones de Luis Bárcenas en la comisión parlamentaria donde admitió que se llevaba una contabilidad paralela en el PP y que la fuente procedía de donaciones de personas o empresas que contrataban con Administraciones Públicas y admitió que uno de los donantes fue Villar Mir, vinculado a OHL.
Sin embargo el juez desvincula las donaciones de Villar Mir con el concurso de Son Espases.
Por ello, indica que si medió un estímulo económico para amañar el concurso se quedó "solo en el ofrecimiento o promesa" y si llegó a materializarse "lo fue por cauces tan obviamente clandestinos" que resulta "imposible llegar a su acreditación".
No obstante, en alusión a las declaraciones de Fernando Areal, cuñado de Matas, sobre la existencia de una caja B en el PP balear y la financiación de campañas de 2007 con dinero "fiscalmente opaco", indica que "no sería descabellado sospechar" que el dinero obtenido por el concurso de Son Espases y de otras contrataciones fuera la fuente de alimentación de esta caja B.
Considera Castro que resulta imposible llegar a su acreditación por lo que se conforma con "el solo convencimiento íntimo, huérfano de otros indicios, de que lo acontecido ha tenido un claro estímulo económico".








