Tratase de una frase hecha que se utiliza para indicar sorpresa mezclada con disgusto y con sensación de impotencia ante algo. Es lo mismo que “caerse el alma a los pies”.
El encuentro entre Bergoglio y Yolanda Díaz el pasado sábado día 10 reactivó de nuevo el odio de toda la ultra derecha política y mediática al Papa Francisco.
La reunión que mantuvieron en el Vaticano el Pontífice y la Vicepresidenta fue la chispa que desató un nuevo capítulo en las críticas e insultos que tiene por costumbre proferir el sector católico español más ultra conservador al jesuita argentino que habla de los derechos de los migrantes, de los pobres y de pedir perdón por los hechos del pasado.
La “cumbre comunista”, como la definió, antes de borrar su tuit, Macarena Puentes, la secretaria de Comunicación del PP de Madrid, se celebró en el Vaticano y por espacio de cuarenta minutos, en un contexto “cordial y emocionante”, el Papa Francisco y la vicepresidenta segunda y líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, se reunieron en el Palacio Apostólico, donde debatieron sobre la necesidad de promover un trabajo decente y de realizar reformas legislativas para cambiar la vida de los españoles.
Jorge Mario Bergoglio ha sido calificado por la ultraderecha española como “comunista” cada vez que recuerda que “el trabajo es un derecho humano” o reivindica “las tres T” (techo, tierra y trabajo) para los desfavorecidos; o critica a la Unión Europea por su política sobre los refugiados, como hizo en su reciente viaje a Lesbos.
La derecha política y mediática en su conjunto no soporta a Francisco. No es su Papa, y se han encargado de dejarlo claro en innumerables ocasiones desde que aterrizó en el Vaticano, en 2013. El estilo del jesuita no es el de la cúpula eclesial española, alineada desde hace décadas con el espectro político más conservador del país.
Lo consideran un radical, y me pregunto ¿Qué van a decir cuando se enteren que Jesucristo era aun más radical?.
Desde todos los ámbitos de las tres derechas reaccionarias españolas se han vaciado en vomitar inmundicia, podredumbre, suciedad, porquería, basura, contra el Papa, descalificándolo, llamándolo antipapa, el representante del diablo en la Tierra, un papa tonto, okupa y a la reunión entre el Pontifice y Yolanda Diaz como: “una cumbre de máximo nivel entre algunos de los comunistas más influyentes del planeta. Uno ya consolidado y la otra buscándose un hueco”.
Dignos hijos, dignos herederos y continuadores de los sectores más involucionistas de la sociedad española acostumbrados a menospreciar, insultar y amenazar a los representantes de la Iglesia Católica que no comulgan con sus ideas.
Me viene a la memoria al figura del cardenal Monseñor Vicente Enrique y Tarancón, (1907- 1994), el hombre que marcó un antes y después en la Iglesia española.
En el año 1950 publicó una pastoral “El pan nuestro de cada día”, que provocó un escándalo en la España del estraperlo y que le colocó en el punto de mira de la dictadura franquista y de los católicos integristas. La pastoral molestó profundamente al régimen. En 1950 en España había hambre y racionamiento, y se continuaba ejecutando una represión institucionalizada. En la pastoral criticaba la violencia de los vencedores y la corrupción de los jerarcas del nuevo régimen.
Los sectores más involucionistas de la iglesia española aliados con los sectores del gobierno refractarios a la apertura democrática se la tenían jurada. En el funeral del almirante Luis Carrero Blanco, año 1973, impartió la homilía a pesar de que la mayor parte del gobierno franquista no quería que oficiase el funeral. Al finalizar el cardenal tuvo que salir por la puerta trasera de San Francisco el Grande para evitar agresiones.
Aún así fue insultado y zarandeado por un grupo de ultras que le esperaban al grito de “Tarancón al paredón”. La ultraderecha española no cambia. ¿Capisci?
