Ánimo señores que aún hay tiempo. Al calendario le quedan tres hojas para llegar a Navidad y en un tris tras nos llaman a votar !Va la tercera! y venga, como burros a depositar otra vez porque a los nenes les da la gana.
Es para reír o para mear y no echar gota, pero ellos a lo suyo y a mantener el espectáculo que mientras sigamos votando les sale a cuenta, por lo menos cobran un suculento sueldo más dietas y complementos.
A usted le han devuelto algún voto? Parece que se los van quedando todos y uno se pregunta para qué les sirven. Yo se los he dado todos y ni siquiera me han dado las gracias, menuda gracia. Se supone,que votar es una inversión democrática para que los elegidos gestionen y con el tiempo nos presenten una buena cuenta de resultados. Llevamos un año esperando que les de por comenzar la tarea y nada, a los sumo se van de vacaciones.
Vaya pájaros, sólo piensan en pillar poder, mientras los de las puertas giratorias les indican por donde anda la pitanza y les aseguran un final feliz. Como ejemplos y ejemplares los Gonsales Aznares y últimamente !oh sorpresa! a Soria, el ex ministro que tuvo que dimitir por lo de los papelitos de Panamá, pues lo acaban de premiar con una asesoría en el Banco Mundial. Esta no se la esperaba ni L'Albert Ribera y por supuesto muchos dirigentes del Partido Popular que callan, pero seguramente lloran y rabian por dentro la cacicada del Consejo de Ministros. Pero esta es otra historia, que para lo único que sirve es para alterar aún más el desasosiego y el cabreo social.
Parece que nos están abocando a una tercera vía, la de Santa Claus, personaje siniestro que no me enamora precisamente, porque llega del frio, va disfrazado y porta saca donde viajan los que nos ajustarán las cuentas.
Los que llevamos ciertas historias sobre la espalda y una mochila vieja cargada de falsas promesas y vanas ilusiones, lo tenemos difícil a la hora de creer que habrá luz al final del túnel . Se nos está agotando el tiempo y las ganas de celebrar algo nuevo, porque el vino se ha vuelto rancio y no hay motivo para el brindis. En definitiva, que en esta larga travesía, a muchos se les secó el tanque y otros, andamos con la reserva en apuros. Ellos, los elegidos, ni se dan cuenta ni lo saben, vamos .
Se nos agotó el voto de tanto usarlo. ¿A alguien le queda alguno?
