Mallorca contará pronto con un segundo casino. Este es un negocio que resiste las crisis, genera empleo y paga impuestos. Tres son las empresas que han presentado ofertas para ser la adjudicataria del nuevo casino: Casino Bendinat SA, Casino Playa de Palma SA y Gran Casino Teatro Balear SA. Cada una de las ofertas presenta un proyecto que no se limita al salón de juegos, excepto la oferta de Teatro Balear. En el proyecto de Playa de Palma y el Castillo de Bendinat parece que el casino sea la excusa idónea para edificar un nuevo hotel de lujo donde antes no lo había ni lo hubiera podido haber.
El concurso para la adjudicación del segundo casino va camino de complicarle la vida al Partido Popular. Parece inevitable que con tres ofertas sobre la mesa y con declaraciones favorables a una de las tres sociedades concursantes por parte del secretario general del PP de Palma, Álvaro Gijón, se hayan encendido todas las alarmas. La ligereza verbal de Gijón conduce a sospechar que el concurso tiene un favorito: el proyecto de Playa de Palma. Los dirigentes del Partido Popular de Palma no ocultan que prefieren el casino en la Playa de Palma, aunque no aciertan a explicar las razones.
El Govern debe cumplir la Ley y las bases del concurso. No separarse de ellas ni un milímetro. Pensar en el bien común y en la oferta que más lo satisfaga. El concurso es para un casino, el segundo en Mallorca, no para otra cosa.
