La presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), María Frontera, reclamó este miércoles que las administraciones públicas mantengan los servicios y las instalaciones turísticas abiertas todo el año para aumentar la oferta y el atractivo de la isla en los meses de temporada baja.
El sector ya tiene previsto mantener una parte significativa de su actividad. De hecho, la mitad de la planta hotelera mallorquina seguirá abierta, como mínimo, las dos primeras semanas de noviembre y se calcula que uno de cada cuatro hoteles de la isla no cerrará durante todo el invierno.
La evolución de la crisis energética en Alemania y la conectividad áerea resultarán determinantes a la hora de generar un flujo óptimo de turistas hacia Mallorca en los meses de menor actividad. En este contexto, los hábitos de realizar las reservas en el último minuto -instalados entre los viajeros desde que la incertidumbre forma parte de la vida cotidiana de todos- marcarán el desarrollo de la temporada baja en la isla, por lo que es imprescindible que las infraestructuras y los servicios estén perfectamente engrasados para hacer frente a la demanda.
El esfuerzo empresarial por mantener la actividad en los meses de invierno tiene que verse correspondido con la determinación de las administraciones de tener dispuestos los servicios que se puedan necesitar. Taxis, autobuses interurbanos, incluso servicios de playa en determinadas zonas deben dejar de funcionar al ralentí o desaparecer como ocurre habitualmente durante los inviernos mallorquines. Si se pretende asegurar que la isla tiene una oferta turística de calidad, las condiciones de sus servicios también deben de serlo durante todo el año.
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