El Ajuntament de Palma ha aprobado en el último minuto el presupuesto para el ejercicio 2018, el primero del nuevo Alcalde Noguera y el último que ejecutará completamente el actual equipo de gobierno.
Su aprobación por falta de acuerdo se ha dejado al límite para poder realizar una tramitación normal para la norma más importante que cada año está prevista su debate.
Ha sido un presupuesto que se puede calificar de despacho, con una reducción del tiempo destinado al debate de algo tan importante como es gastar los impuestos de los ciudadanos se merece. La participación para el estudio, análisis y propuestas alternativas se ha visto totalmente desvirtuada, y se ha traducido en una falta de información al respecto también a los ciudadanos.
Después de la aprobación inicial hecha el pasado 29 de Noviembre, se abre por imperativo legal un plazo de 15 días de exposición pública, para conocimiento de todos los interesados y afectados por el mismo, y la posible participación de los ciudadanos como ha sido tradicionalmente en el Ajuntament de Palma presentando alegaciones al mismo. Con posterioridad se estudian esas alegaciones antes de su aprobación definitiva por el Pleno Municipal.
Debido a la tramitación express y a su aprobación inicial al limite se deja poco margen a que el equipo de gobierno en Cort acepte una propuesta de mejora que presente cualquier ciudadano en esos 15 días, ya que cualquier modificación provocaría abrir plazos a enmiendas por parte de los partidos de la oposición con la imposibilidad de aprobarlo antes del 31 de diciembre.
Una de las anomalías con todos los presupuestos de esta legislatura es que no se ha aprobado ninguno antes de los días de Navidad como tradicionalmente había ocurrido en Palma, en unos días que la corporación tiene el compromiso de llevar a cabo los actos relacionados con la fiesta de la reconquista cristiana de la “Ciutat de Mallorca” conocida como “l’Estandard”, en referencia al escudo de armas de la monarquía aragonesa.
