Por fin. Somos libres. Ha sido complicado y duro pero, al final, la libertad de los rehenes ha sido posible. La negociación parecía que no iba a llegar a buen puerto. Sin embargo, este viernes a las 9.00 de la mañana nos han liberado. La ‘Vuelta al cole’ ya está aquí.
Todo empezó hace tres meses. Los ‘raptores’ se contaban a miles. Vinieron hacia nosotros corriendo, en muchos casos gateando, llenos de babas y manchas. Mochilas llenas de libros ya viejos y camisetas sudadas. Empezaba el calor de junio y nuestros hijos las temidas vacaciones.
Desde entonces han pasado 2 meses y 16 días de cautiverio. Casi 80 días sin libertad y del confinamiento más absurdo pues, ¿quién ha visto que cuando te rapten te gastes dinero llevando a tu raptor al cine, al burguer, a la playa, de compras, al campo, a correr, a patinar, a la verbena de tu pueblo, a la del pueblo vecino, al parque acuático…? Pues así ha sido. Un dineral en toda regla.
80 días de no parar, de hacer malabarismos para conciliar. 80 días de mucho calor que para algunos han sido una eternidad. 80 días de peleas sin sentido, de ahora quiero esto y al segundo quiero lo otro. 80 días de ‘no mires más la tele’, de ‘no te bañes sin crema’, de ‘no puedes comer más helados’, de ‘¿lo ves? al final te has caído por no hacerme caso’…
Sí, han sido 80 días difíciles pero, al mismo tiempo, 80 días de recuperar el tiempo perdido, de ‘dame muchos besos’, de ‘que guapa estás tan morenita hija mía’, de ‘dormir la siesta juntas’, de risas, de abrazos, de besos que curan todas las caídas, de ‘ven con mami a jugar’, de ‘papi te da la cena’, de baños nocturnos en la playa, de carreras en el parque, de conversaciones al atardecer mientras nos tomamos un helado de fresa… 80 días de muchos momentos que no cambiaría por nada.
La vuelta al cole ya está aquí y con ella la libertad de muchos padres que, por muy mal que lo pasemos, no cambiaríamos ni un solo momento con nuestros hijos pues, a pesar de todo, estos pequeños raptores son lo mejor que nos ha pasado.
