La Comisión parlamentaria de investigación del hospital de Son Espases siempre pareció un despropósito político con el único fin de sacar tajada a pocos meses de las elecciones. Finalizadas las comparecencias, el Partido Popular ha anunciado que observa irregularidades cometidas por el Govern del Pacte de Progrés y que solicitará que el Parlament remita las conclusiones de la Comisión –que aún no están redactadas– a la Fiscalía. Carlos Veramendi, portavoz del PP en la Comisión, hizo este anuncio en rueda de prensa certificando el evidente ánimo político que ha perseguido en todo momento el trabajo de los diputados.
Lo mismo puede decirse de la actitud de Més per Mallorca y del PSIB, quienes jugando a detectives han querido beneficiarse políticamente de unas diligencias de investigación abiertas por la Fiscalía sobre Son Espases, que finalmente han terminado en el Juzgado de José Castro. Hasta que la Justicia no se pronuncie, lo que tardará en suceder, es absurdo pretender sacar conclusiones por parte de los grupos parlamentarios y tratar de adelantarse al trabajo que la Fiscalía Anticorrupción y la Policía Judicial están haciendo.
Hoy mismo el juez Castro recibe declaración en calidad de testigo al exteniente de alcalde de Urbanismo de Palma, Javier Rodrigo de Santos, quien ya declaró ante la Fiscalía según él explicó en su comparecencia ante la Comisión. Que el Parlament lleve una investigación para determinar responsabilidades políticas en paralelo a la investigación del Ministerio Público y de los Tribunales de Justicia es un despropósito absoluto. Todos los grupos con representación en el Parlament tratan de pescar en río revuelto, lo que confunde a la ciudadanía y no contribuye al esclarecimiento de los hechos. Solo la actuación independiente de la Justicia logrará hacerlo.
