Cuando iba a empezar esta columna me he enterado de un notición, Rafaela Aparicio (1906-1996) se afilió a la CNT. La “chacha” (que me perdonen los progresistas) por excelencia del cine español. Sé que les parecerá una noticia extraña pero más extraño me parece a mi que un grupo de padres energúmenos se líen a bofetadas en un partido de futbol de niños.
Como sociedad, al igual que lo hacemos con los políticos cuando consideramos que no están a la altura, deberíamos pedirles la dimisión como padres. No podían dar peor ejemplo a unos hijos que ahora, efectivamente, conocen de verdad a sus padres.
El domingo, en horario de futbol infantil, los populares tienen su congreso; un congreso en el que tienen que dirimir entre la fórmula que les llevó a tener el peor resultado de su historia con premio incluido para el fracasado candidato de una larga estancia en el Senado a nuestra costa, o por el contrario prefieren la fórmula que tanto éxito les ha dado electoralmente de un partido de derecha con leve aroma regionalista. En ese congreso muchos se juegan mucho, quizás demasiado.
Espero que los seguidores de los candidatos no se comporten como hooligans y apliquen el fair play aceptando la derrota y la victoria según corresponda; aunque debo reconocer que no estoy muy esperanzado con las manifestaciones que se vienen efectuando estos días previos.
Muchos ciudadanos entienden por democracia la libertad de opinar de lo que entiendan o no; da igual, ellos dicen lo que piensan, a veces sin pies ni cabeza. Pues bien, en estos últimos tiempos se ha abierto la veda de la caza mayor. Al Rey emérito, que parece ser fue promiscuo, no le quedaba tiempo para atender las cuestiones de estado si son ciertas las relaciones que se le atribuyen fuera del matrimonio; no soy monárquico. Creo que la jefatura del estado no es más que órgano importante dentro de la estructura del estado, pero creo que se debe ser respetuoso con las personas. No todo vale, con lo cual no estoy pidiendo que no se divulga la información sino que se haga de forma respetuosa y prudente.
Independientemente de la vida que puede haber llevado, tanto en el ámbito personal como en el empresarial, tiene una buena hoja de servicios y su papel en la consolidación de la democracia merece nuestro agradecimiento y respeto; aprovechar que está mayor y que su influencia está en declive para criticarlo se me antoja, cuando menos, ruin. Que pasen un buen día.
