España ha sido atacada una vez más por el terrorismo, al igual que otras grandes capitales de Europa y de todo el mundo. En esta ocasión ha sido el centro de Barcelona, donde una furgoneta alquilada se subió al paseo central de La Rambla donde arrolló a la multitud que allí se encontraba, causando un balance de casi un centenar de víctimas entre muertos (una docena) y heridos (unos 80, algunos muy graves) que causa escalofríos. El sinsentido de una acción terrorista de esta naturaleza, premeditada y con el objetivo criminal de causar el mayor daño humano posible, es algo que causa estupor y resulta inexplicable para el común de las personas de bien. Afortunadamente, uno de los supuestos agresores ha sido detenido y otro ha sido abatido tras intentar darse a la fuga en un control policial, tras atropellar a dos agentes.
En estos momentos de confusión y zozobra, es preciso hacer una apelación a la calma, a la serenidad, a la unidad de todos los demócratas y de todas las instituciones, para hacer frente a un ataque de estas características, con un número tan elevado de heridos y fallecidos. También es justo reconocer el trabajo de los servicios de emergencia y de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y reiterar como tantas veces, el agradecimiento por su entrega y el máximo apoyo a su ardua tarea.
Hace muchos años que los diversos Cuerpos de Policía combaten eficazmente a quienes planean llevar a cabo actuaciones de terrorismo, con multitud de detenciones en todo el territorio nacional, 259 solo en los últimos 5 años. Tales investigaciones han sido ordenadas y supervisadas por la autoridad judicial y con todas las garantías legales. En esta ocasión por desgracia no ha sido posible detectar a los criminales antes de que llevaran a cabo su plan asesino.
Pero hay que centrarse ahora en transmitir el máximo apoyo y cariño a los damnificados y despedir con la mayor dignidad y solemnidad a los fallecidos, mientras que las autoridades competentes investigan todos los detalles de lo sucedido y ponen a disposición de la Justicia a los responsables de esta masacre.





