Se celebró el último pleno del Parlament de les Illes Balears en un clima de confrontación y falta de acuerdo que es fiel reflejo de lo sucedido durante toda la legislatura, caracterizada por la ausencia de consenso, el inmobilismo y por la permanente acritud en la mayoría de intervenciones. Es difícil culpar solo a un grupo parlamentario de este comportamiento. La dialéctica parlamentaria ha sido sustituida por el toma y daca permanente y por la incapacidad de unos y otros de utilizar el parlamentarismo para buscar lugares comunes y puntos de encuentro. En lugar de eso el Parlament ha sido la representación de un diálogo de sordos.
En esta última sesión plenaria fue rechazada la propuesta del Grupo Popular de modificar la Ley Electoral de la Comunidad Autónoma, a fin de reducir el número de diputados de los 59 actuales hasta los 43 (24 por Mallorca, 9 por Menorca, 9 por Ibiza y 1 por Formentera). A pesar de la mayoría absoluta del PP, esta iniciativa ha embarrancado ya que requiere una mayoría reforzada para su aprobación, cosa que no ha obtenido al contar con la oposición del Grupo Socialista y el Grup PSM-IV-E i MÉS per Menorca. El PP se ha quedado solo con su propuesta y ha fracasado en su intención de reducir el número de diputados. Este es un ejemplo más, quizás emblemático, de la falta de sensibilidad por parte de los representantes de la ciudadanía de atender la necesidad de reducir el coste del sistema político parlamentario a fin de poder dedicar esos recursos a aspectos más importantes y útiles para la ciudadanía como Educación o Sanidad.
Los próximos diputados que ocupen los escaños del salón de las Cariátides serán escogidos en las elecciones del 24 de mayo, momento en que la ciudadanía emitirá su veredicto sobre el trabajo realizado por cada cual. Y previsiblemente ellos deberán hacer un esfuerzo mucho mayor de diálogo, de búsqueda de consenso y de ser más proclives al pacto, si se confirman las encuestas que anuncian que nadie obtendrá mayoría absoluta. Justo lo que no han sido capaces de lograr los tres principales partidos durante estos últimos cuatro años.





