He visto ya por la ciudad algunas bicicletas de este nuevo método de alquiler, el bicipalma. Y, la verdad, me parece bien, me parece oportuno, moderno y cómodo. Sólo tengo algunas apreciaciones que no cuestionan para nada el fondo del proyecto, con una cuestión previa que es esta: ¿había que esperar a dos meses de las elecciones para hacer algo así? Ustedes verán, a mi entender, este modelo concreto de bicicletas, que va a estar sometido a toda clase de malos usos, es un poco endeble. En otras ciudades se han empleado modelos más dynamicos, probablemente más caros, pero que tendrán seguramente más resistencia. En segundo lugar, no comparto para nada que el Ayuntamiento haya iniciado la aplicación del sistema con tolerancia para quienes puedan no devolver la bicicleta a tiempo y para quienes causen daños. Opino que en esto no se tendría que ser tolerante, que las sanciones tendrían que ser muy serias, pero, ustedes me entienden, hasta mayo podemos hacer cualquier cosa que nuestro voto vale mucho. Y, finalmente, tampoco terminan de parecerme modélicas las estaciones donde se aparca, lo cual me preocupa porque en este tema las averías son muy desmotivadoras.





