Ya está oficialmente inaugurado el Palau de Congressos de Palma, posiblemente la infraestructura más deseada por la industria turística mallorquina. Tras años de graves vicisitudes tanto en su construcción como en su puesta en marcha, al fin los reyes don Felipe y doña Letizia hicieron los honores e inauguraron este lunes el imponente centro de convenciones ubicado en primera línea de mar, y su hotel anexo, con diseño del arquitecto Pachi Mangado y que gestiona Meliá Hotels International, una de las compañías hoteleras mallorquinas más potentes del sector.
La intervención del presidente de Meliá, Gabriel Escarrer, fue impecable. Alabó la apuesta por un turismo sostenible que impulsa el Govern de Francina Armengol a través de la Conselleria de Turismo que lidera Biel Barceló. Tuvo palabras de agradecimiento para todos los políticos que han intervenido de un modo u otro para que el Palau de Congressos sea una realidad que contribuya a la desestacionalizació. Incluso citó al actual alcalde de Palma, Antoni Noguera, orillando que su partido, Més per Palma, y él mismo, defendieron no hace tanto el desmantelamiento del Palau cuando estaba a medio construir.
Sin embargo, una alusión de Escarrer al brutal incremento del impuesto turístico anunciado para el año próximo, nada menos que del 100 por cien, y su advertencia de que esa subida tendrá graves efectos en la competitividad del sector turístico balear, ya que ningún otro destino turístico en España, excepto Catalunya, tiene un gravamen similar, le ha granjeado furibundas críticas por parte de Podem y Més per Mallorca.
Laura Camargo de Podem y David Abril por parte de Més cargaron con inusitada dureza contra Escarrer e incluso intentaron desacreditarle, cosa ridícula por otra parte si se tiene en cuenta la dilatada experiencia plagada de éxitos de este veterano empresario mallorquín. David Abril llegó al punto de anunciar la presentación de una iniciativa parlamentaria pidiendo que la Agencia Tributaria investigue a Escarrer.
Es inaudito que aquellos que se permiten dar lecciones de democracia, tengan tan poco respeto por la libertad de expresión y no sepan respetar una crítica sobre la ecotasa, absolutamente razonable, argumentada y lógica. Y aún peor que pretendan azuzar a Hacienda contra un empresario por decir algo que ellos no quieren oír.
