El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, dirigió ayer el tradicional mensaje de fin de año a todos los habitantes de Baleares a través de la radiotelevisión autonómica IB3. En esta ocasión el presidente hizo un discurso que podemos calificar de realista y alejado de triunfalismos, siempre desde una óptica positiva y optimista que él mismo reconoció. Dijo que cada uno de estos últimos años ha sido mejor que el anterior, lo cual es cierto, aunque pudo decir menos malo, lo cual también hubiese sido innegable. Pero entra dentro de lo previsible y lógico que Bauzá, como cualquier gobernante que el año próximo se enfrenta a unas elecciones y pretende revalidar la amplia mayoría que ahora ostenta, intente imprimir optimismo y confianza en el futuro a su mensaje navideño.
Bauzá expuso cifras incuestionables, como los 25 meses consecutivos de reducción del número de desempleados. Y los 19 meses seguidos que se crea empleo neto en nuestra comunidad. O el incremento de los recursos que los presupuestos de la comunidad autónoma destinan a servicios sociales, sanidad, educación y a dependencia. También habló de estimaciones –lo cual le aleja del rigor deseado–, concretamente la de crecimiento que fijó por encima del 2% del PIB, aunque hay que reconocer que es una previsión realista que han confirmado muchos otros organismos ajenos al Govern.
Hubo guiños a menorquines, ibicenos y formenterenses con el anuncio de la implantación del servicio de radioterapia oncológica. Sacó pecho por la rebaja del IRPF que traerá la reforma fiscal que entra en vigor el 1º de enero. Y también incluyó dos reivindicaciones importantes que enfrentan al Ejecutivo con el Gobierno central: la imperiosa necesidad de una mejora del sistema de financiación autonómica y que se pare definitivamente la posibilidad de prospecciones petrolíferas en aguas de Baleares.
En definitiva, Bauzá se reivindicó a sí mismo con un discurso realista y de marcado optimismo, sabedor que las elecciones municipales y autonómicas de mayo pueden cambiar radicalmente el panorama político y que para hacer frente a esa posibilidad cierta, lo mejor es ofrecer seguridad y confianza a los ciudadanos, frente a aventuras que nadie sabe dónde pueden terminar llevándonos.





