Desde que leí la obra de George Sand, “Un hivern a Mallorca”, pensé en los diferentes personajes que han pasado por nuestra isla, que podrían escribir sus vivencias en diferentes estaciones del año. Mallorca en cada estación es diferente. Pero ya se sabe que a " s'estiu tota cuca viu".
Desde hace unos años intento recuperar tradiciones y costumbres que solía realizar siempre en verano, cuando era más joven, estudiaba y no tenía otra preocupación que dormir la siesta.
Aún recuerdo esos veranos en que te levantabas, desayuno y directo a la playa a jugar con la pandilla, las tardes de parchis con mis abuelos en Sa Rapita (hace poco mi vecina Luisa me regalo uno por mi cumple y las tardes que puedo juego como un descosido). Después de cenar podía ir a dar una vuelta y tomar un helado; ahora hay infinidad de heladerías y sabores, pero en aquellos años solo había los calippos, twister, frigo pie o frigo dedo, el drácula...Para nosotros, esta vuelta era la salida de "mayores". Cenar a la fresca un trampó o tumbet -mi plato favorito- acompañado de un vaso de "Pinya" que por suerte he vuelto a recuperar gracias a Pinya Picsa de Sa Pobla.
En aquella época, el verano empezaba el día que nos daban las notas y veías que todo estaba aprobado y gritabas vacaaaaaaaaaaaaciones!!. Hasta que llegaba el mes de septiembre, que es cuando el mallorquín deja de ir a la playa. Durante esas semanas era cómo si tu agenda fuese a reventar, querías hacer tantas cosas: playa, chiringuito, navegar, comer helados, jugar con los amigos en la calle... Conforme crecías y te volvías adolescente, seguías pensando en ir a la playa, pero cambias de tercio, ahora tocaba ir al balneario 0, dejando de lado salir con la familia, era el momento de ir a las primeras verbenas, a la gala de tarde de Bulevard, Luna, Joy o Riu, dar una vuelta para cenar de una hamburguesa y tomar helado, momento perfecto para arreglarte con tu camiseta Mistral, vaqueros Bonaventur y náuticos Camper. Que felices éramos en ese entonces!!!
Ahora, como he dicho anteriormente, me gusta recuperar cosas que hacía o que creo que son muy veraniegas. Tomarme el vermut en el porche con unas gandules, salir a navegar, hacer un calendario de verbenas para ir con la cuxipandi, las cenas a la fresca de tumbet o trampó, el helado de limón o s'aigua amb neu de Sa Pobla acompañado de coca de patata, las tertulias en el Araxa con mis queridos Bea y Bernardo, la paella de Can Miquel de Cala Pi con mis amigos italianos, que tu casa se convierta en una "pensión" ya que los amigos de fuera de la isla vienen de visita... Recuperar estas tradiciones me da vida, estas son las mías, pero cada uno tiene las suyas. Estas y otras pequeñas cosas, día a día consiguen que nos reunamos con nuestros amigos y gente a la que lo mejor no vemos durante el año, pero a la que queremos y con la que pasamos siempre buenos momentos.
Vive tu verano mallorquinamente o como quieras, pero vive, que solo hay una vida!! Feliz Verano!!!!
Tommy Ferragut
RRPP




