El tema de las menores sujetas a tutela del Consell de Mallorca es, en mi opinión, el problema más importante de este pequeño país desde su existencia como Comunidad Autónoma. Va mucho más allá que la corrupción que era “sólo” de dinero; ahora hablamos de “vidas de niños” y de oportunidades vitales para salir de la marginalidad.
Lo primero que debo decir es que la prostitución de niñas de doce años existe porque existen animales desalmados que pagan dinero para violar a una niña; después de ayudar a esas niñas, lo primero que hay que hacer es perseguir a esos monstruos y someterlos a la Justicia. Esos hombres que violan a niñas deben pagar su afrenta. Es obvio que si no existe demanda no existiría oferta.
Aclarada la primera cuestión, me parece insoportable el silencio de la Presidente Armengol como si no fuera con ella. Haciendo mutis por el foro se ha ido a resolver el problema de los niños de la India cuando ha fracasado en solucionar los problemas de los que niños de aquí, de la tierra que tiene el honor de presidir. Puede sonar muy dura esta expresión pero sólo es descriptiva de la realidad que estamos viviendo.
También me parece gravísimo el comportamiento de la Conseller Santiago, la cual para eludir cualquier responsabilidad, es capaz de señalar a quien haga falta como culpable de la situación, especialmente policías y fiscales; aun pareciéndome grave eso, más grave me parece que para eludir las antedichas responsabilidades diga que esto viene de antiguo y que era sabido. Si esto es verdad, lo desconozco, su obligación era acudir cuando tuvo la primera noticia al Juzgado de Guardia y poner en conocimiento de la Justicia las violaciones pues de lo contrario lo que está haciendo es encubrirlas y hacer un flaco favor a las menores abusadas abandonadas al capricho de los violadores.
Muy tibios están los partidos de la oposición e incluso los del propio Gobierno que alardean de la defensa de los derechos de la mujer. También llama la atención el silencio de muchas asociaciones de mujeres que en situaciones menos graves se hacen oír, lo cual les honra de la misma manera que les deshonra el silencio que están teniendo ¿Dónde están ahora que se están violando a niñas menores?
El problema real de esta cuestión no es solo político –han fracasado para desgracia nuestra- es social; una sociedad que consiente estas situaciones es una sociedad enferma que necesita una recarga de principios morales. Estamos viendo que se trata a los niños como a ganado y se les culpabiliza a ellos, a los niños, como responsables de fugarse de los hogares. La situación en la que se encuentran esos menores, esos niños, esas niñas, es la que es debido a que su familia ha fracasado como tal y dentro de su desestructura se pone en peligro su desarrollo personal; ante ese escenario el Consell, a través del IMAS, se convierte en los padres de esos menores y es su responsabilidad es adoptar las medidas para que esos menores crezcan en un mundo de esperanza.
La señora Santiago debe dimitir por su fracaso o la señora Armengol debe destituirla, el señor de Juan debe dimitir o la Señora Cladera destituirlo. No hay términos medios en un asunto como este, no podemos ser cobardes. Hay que afrontar el problema y resolverlo. Piensen por un momento que la niña violada estuviese sujeta a la patria potestad de sus progenitores, ¿Qué responsabilidad deberían asumir estos?
Dimitan, hagan nos este favor, no dejen pudrir un tema que ya lo está en origen. Han fracasado rotundamente y van a llevar ese sambenito mientras vivan. No son capaces de manejar ese problema, váyanse, una poltrona no vale el daño que están causando a esta sociedad. Hoy tampoco les deseo buen día, vuelvo a tener nauseas.