El diputado de Més per Mallorca, Vicenç Vidal, se ha mostrado reivindicativo y exigente con el Gobierno de Pedro Sánchez ante el futuro proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2025. Concretamente, Vidal afirma que su apoyo “no es un regalo” para que “siga sentado en La Moncloa”. Sin embargo, la realidad parece contradecir sus palabras. A pesar de que su voto es decisivo en la actual configuración de mayorías parlamentarias, donde cada voto cuenta, hasta ahora Vidal ha respaldado las políticas del Gobierno central, de coalición entre PSOE y Sumar, sin lograr beneficios concretos y perceptibles para Baleares.
Por ejemplo, podría exigir la tan necesaria y demandada actualización del plus de insularidad para los funcionarios del Estado destinados en las islas, algo que estaría al alcance de la mano si Vidal quisiera, pero nada indica que vaya a trabajar para lograrlo.
Mientras Apesteguia hace inventario de los agravios fiscales que sufre Baleares, Vidal respalda en cada votación al Gobierno progresista sin recibir ninguna contraprestación
Este contraste entre las palabras y los logros se hace aún más evidente cuando escuchamos al líder de Més per Mallorca en el Parlament, Lluís Apesteguia. Mientras Apesteguia hace un exhaustivo inventario de los agravios fiscales que sufre Baleares, su diputado en Madrid respalda en cada votación al Gobierno progresista sin recibir ninguna contraprestación que justifique ese nivel de sumisión al PSOE.
Es innegable que la política exige un delicado equilibrio entre negociación y firmeza, pero resulta decepcionante que, a pesar de su retórica combativa, Vidal no aproveche su posición para mejorar la situación de Baleares. ¿Acaso no ve lo que hacen el resto de Grupos que apoyaron la investidura de Sánchez?
Su voto es ahora crucial y quizás haya llegado la hora de hacerlo valer, pues los teóricos logros que dice haber conseguido no solucionan los graves problemas que aquejan a la Comunidad Autónoma. Es momento de asumir sus propias responsabilidades y demostrar que sus exigencias, o son tomadas en cuenta y satisfechas, o no podrá dar apoyo a Sánchez. Es lo que hace Junts y Esquerra; y no les va nada mal.