"Dije que quería parar y él me dijo cállate y sigue", ha relatado, a través de una intérprete, durante el juicio que se sigue contra un joven de 27 años y nacionalidad neerlandesa en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma.
La Fiscalía pide que el procesado sea condenado a diez años de prisión y el pago de una indemnización de 20.150 euros como supuesto autor de un delito de agresión sexual.
HABÍA UNA CUARTA PERSONA
La víctima, quien ha declarado por videoconferencia, ha recordado que la noche de los hechos se encontraba en la terraza del hotel junto a una amiga suya, el acusado y una cuarta persona.
En un momento dado subió al primer piso acompañado por el supuesto agresor sexual con la intención de buscar un colchón extra. Cuando estaban en el ascensor él la empezó a besar y ella le pidió que parara.
Entraron en un cuarto de lavandería que se encontraba próximo a la habitación del acusado y, con la puerta semiabierta, él la empezó a forzar. Primero, ha explicado, la volvió a besar contra su voluntad. "Me tenía contra la pared y no podía hacer nada", ha indicado.
En esa misma situación de dominio sobre ella, sujetándole ambos brazos, el joven le realizó tocamientos de carácter sexual y la violó. "No, para, yo no quiero esto", ha recordado que le dijo entonces, a lo que él hizo caso omiso.
En un momento dado, cuando la tenía tirada en el suelo, logró escapar y llegar hasta el ascensor, donde le escribió un mensaje a su amiga -"Help", decía- pidiendo ayuda. Él la siguió y se introdujo en el ascensor con ella, donde la volvió a besar.
LE ESCRIBIÓ "HELP"
Llegaron hasta el tercer piso, donde les esperaba la amiga y la cuarta persona que les acompañaba en la terraza. Entraron en la habitación de la víctima, quien ha asegurado que se encontraba en una situación de "pánico" y que repetía que no había querido nada de lo que había sucedido.
Desde entonces, ha dicho, vive con "miedo", tiene una mala imagen de sí misma y duerme mal. "He ido a terapia y un psicólogo me ha dicho que tengo un trauma. Ya no tengo confianza en la gente, miro el mundo con mucho miedo. No me gusta mi vida, es como una pesadilla", ha sentenciado.
El letrado de la defensa le ha preguntado acerca de unos supuestos besos consentidos que se dieron antes de la agresión y un posterior rechazo de él hacia ella, que derivó en una discusión. La víctima, sin embargo, lo ha negado todo.
"Nunca he tenido contacto con él, ninguna discusión", ha aseverado. Después del episodio sufrido en la lavandería, ha insistido, no ha vuelto a verlo.
CINCO VECES PIDIÓ QUE PARARA
Los hechos, según expone la fiscal en su escrito de acusación, sucedieron la madrugada del 3 de agosto de 2023. El acusado y la víctima accedieron a un espacio de lavandería existente junto a las escaleras del servicio del primer piso del hotel bajo el pretexto de ir a buscar un colchón extra.
Fue entonces cuando el procesado la arrinconó contra una pared y de forma sorpresiva y violenta, la sometió a tocamientos y la violó pese a que hasta en cinco ocasiones le pidió que no lo hiciera.
En un momento dado la mujer logró zafarse y huir, pero fue alcanzada de nuevo por el hombre cuando se subía a un ascensor, donde la arrinconó y la besó contra su voluntad.
La víctima sufrió dos hematomas en los antebrazos y las lógicas consecuencias anímicas reactivas a los acontecimientos traumáticos que vivió, recoge la representante del Ministerio Público.
"ADVERTENCIAS Y AMENAZAS"
A preguntas de su abogada, la víctima ha puesto de manifiesto las "advertencias y amenazas" que ha recibido por parte de los familiares del acusado. Una decena de ellos asistido al juicio y han escuchado el testimonio de la mujer.
Los hechos sucedieron en Países Bajos entre septiembre de 2023 y el pasado febrero y ya han sido puestos en conocimientos de las fuerzas de seguridad neerlandesas, ha detallado la letrada.
