Sentados en uno de los bancos, junto a la explanada donde se guarecen los veleros de regatas de vela adaptada del Club de Vela Puerto Andratx, Violeta del Reino se abre a mallorcadiario.com para dar a conocer un poco más sobre esta variante náutica que no todo el mundo conoce, pero que tantos éxitos ha logrado para el deporte balear en los últimos años.
La paz que transmite Violeta del Reino cuando habla de navegar contrasta con la dureza del camino que ha recorrido. Tres veces campeona del mundo en el pasado y recientemente subcampeona del mundo en la clase Hansa 303 en Australia, su historia es la de una luchadora silenciosa que ha hecho de la vela su refugio y su trampolín.

"Fue complicado, pero logramos terminar las pruebas necesarias y conseguir el resultado"
Nacida en Venezuela y se trasladó a Madrid a los 12 años, ya que su familia es originaria de allí. Pero su pasión por el mar hizo que posteriormente, se afincase en Mallorca, donde desde hace años vive y donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera deportiva vinculada al Club de Vela Puerto Andratx. Entrena tres veces por semana en el club, uno de los pocos de la isla que apuesta de forma decidida por la vela adaptada. También forma parte del proyecto Settebello, un velero de competición que ha abierto sus escotillas a la inclusión, aunque aún sin estar adaptado. Con ella se habla de competición, dolor, sueños cumplidos y otros por venir.
Enhorabuena por tu reciente subcampeonato mundial. ¿Qué balance haces del campeonato?
Fue un mundial raro, con un viento muy cambiante. Algunas veces no soplaba nada y otras venía con rachas fuertes. Fue complicado, pero logramos terminar las pruebas necesarias y conseguir el resultado.
¿Qué supone para ti seguir siempre en lo más alto, entre campeonatos y subcampeonatos?
Es como una misión cumplida. Título conseguido, mi club está contento, y punto para España si es un Europeo o Mundial. El objetivo está logrado, y ya.

¿Te reconocen por la calle?
(Risas) No, fuera del club no me conoce nadie. Pero dentro, desde los niños que navegan en Optimist hasta los marineros o el personal de la cafetería, todos te apoyan. Eso anima mucho, sobre todo cuando las cosas no salen bien.
¿Qué marcó la diferencia en este Mundial respecto a otros?
El lugar. Era dentro de un puerto enorme, pero al final seguía siendo un puerto. El viento entraba entre montañas, edificios… y cambiaba constantemente. Muy difícil.
"La vela adaptada salió del circuito paralímpico y eso nos limita, incluso en ambición"
¿Cuál es tu regata favorita?
El primer Mundial que gané, en Kiel (Alemania). Viento estable, fuerte, como me gusta. Disfruté muchísimo.

¿Qué objetivos te marcas esta temporada?
Voy sobre la marcha. Tenemos pocas competiciones: dos nacionales, una Copa de España, un Campeonato de España, Europeo, Mundial… No hay mucho más.
¿Falta apoyo para la vela adaptada?
Sí. Desde que la vela adaptada salió del circuito paralímpico, las pruebas son menos y los recursos también. Nos limita, incluso en ambición.
"Settebello es un proyecto muy especial y del que muchos deberían aprender"
¿Qué significa para ti competir en el proyecto Settebello?
Es fantástico. Sufres físicamente, claro, pero navegar a ese nivel es muy bonito. Ves todo desde dentro y aprendes muchísimo. Settebello es un proyecto muy especial y del que muchos deberían aprender.

¿Crees que es necesario que haya más barcos que apuesten por dar estas oportunidades como hace el Settebello?
Sin duda, la integración es positiva. Es cierto que lo ideal sería conseguir adaptar el barco a nuestras necesidades. Pero poder vivir la experiencia de estar en un velero de estas características, es algo único.
¿Está preparada la vela adaptada para competir con la convencional?
Depende del barco. En ocasiones hemos competido contra cruceros en Andratx y no hemos quedado mal. Pero con un barco pequeño no puedes competir en igualdad.
"Sin el Club de Vela Puerto Andratx no habría oportunidades para que las personas con discapacidad pudiéramos competir y lograr éxitos"
¿Qué obstáculos siguen existiendo para una inclusión real?
Los barcos no están adaptados. Si tienes, por ejemplo, un brazo menos, necesitas que el puesto esté pensado para ti. Si no, no puedes competir en igualdad.

¿Qué implica contar con el apoyo de un club como este?
Todo. Sin este club, no habría vela adaptada en las islas o en España. Aquí te encuentras con una infraestructura pensada en el deportista. Un grupo de personas magníficas que están a tu lado y te apoyan en todo momento. Sin ellos, nada de esto sería posible. Sin este club no habría oportunidades para que las personas con discapacidad pudiéramos competir y lograr éxitos. Todo lo que conseguimos es gracias a la dedicación que este club tiene por nosotros.
"El mar me ha salvado. Cuando mi discapacidad empeoró y ya no podía navegar en láser, fue frustrante"
¿Te gustaría que más clubs apostaran por la vela adaptada?
Sin duda alguna. Hay un gran talento en las islas. Somos un referente y podría haber más campeones y campeonas si se dieran las oportunidades y se abrieran los clubs y se preparasen para dar estos servicios. El mar engancha.
¿Qué te aporta el mar?
Paz. Aunque no esté compitiendo, solo salir ya me relaja. El mar me ha salvado. Cuando mi discapacidad empeoró y ya no podía navegar en láser, fue frustrante. Pero Juanjo (entrenador del equipo) me animó a seguir y gracias a eso sigo aquí.
¿Hasta cuándo te ves compitiendo?
Hasta que me echen. Cuando pase de segunda a cuarta… entonces ya hablaremos (risas).

¿Te gustaría que la vela adaptada volviera a ser paralímpica?
Por supuesto. Pero se necesita mucha ayuda material, logística y humana. Es un deporte caro. Mover barcos, montar, desmontar… Hay mucho esfuerzo detrás.
"La vela adaptada es un deporte agradecido, te hace olvidar tu discapacidad"
¿Cuál es el mejor momento que has vivido en el agua? ¿Y el peor?
Los mejores, cuando ganas regatas muy ajustadas o clavas una maniobra. Los peores, protestas que te descalifican o días en los que todo sale mal. Pero no me rindo: hasta la última boya lucho.
¿Qué le dirías a alguien con discapacidad que quiere probar la vela?
Que lo haga. Es un deporte agradecido, te hace olvidar tu discapacidad. Puedes llegar a competir con muy poco. Te hace sentir bien, te engancha.
