Llama poderosamente la atención que sea el portavoz de uno de los partidos que integran el pacto de Gobierno en Balears quien anuncie en el Parlament las leyes que van a ser modificadas y en qué sentido. Así, David Abril (Més per Mallorca) informó de que la Ley de Turismo, la de Residuos, la Ley de Cambio Climático y el Plan de Transición Energética, además de la Ley de Vivienda y la Ley de Consultas verán la luz este año. Se diría que Abril fuera el responsable de toda esta actividad legislativa, cuando corresponde al Govern impulsarlas y registrar los proyectos de ley al respecto y no únicamente a uno de los partidos que lo integran.
Pero lo más significativo es que desde Més per Mallorca se plantee modificar la recientemente modificada Ley de Turismo para regular las conocidas como ‘party boats’, los ‘beach clubs’ y las estancias en régimen de todo incluido. Cuando la vicepresidenta del Govern y consellera de Turismo, Bel Busquets, (del mismo partido que el diputado Abril) ni tan solo ha comenzado la ronda de contactos con los representantes de la industria turística, ya se anuncian modificaciones legales sin contar siquiera ni con la opinión del sector, lo que vaticina lo peor.
Por más que desde Més per Mallorca se llenen la boca de apelaciones al consenso y al diálogo, parece que se está ante una hoja de ruta muy claramente determinada para hacer lo que se quiera en el ámbito turístico, sin atender a más criterios que a la radicalidad ideológica que domina en Més.
