Leo con estupor que el ayuntamiento de Palma, o más exactamente la minoría que lo gobierna (PSOE y Grosske -ya no sé a qué rama de qué partido pertenece el concejal inefable-) está a punto de concluir la redacción de un código ético. Vaya tontería: ahora, cuando quedan unas horas de legislatura, después de que casi todo el consistorio haya estado bajo sospecha, después de que viviéramos los momentos más demenciales de la legislatura, después de todo eso se acuerdan de fijar un código ético. Es decir que ahora, cuando vayamos a votar, debemos pensar que estos señores sí tienen código ético (lo acaban de aprobar y lo pondrán en práctica entre el 20 y el 22 de mayo, porque la legislatura ha finalizado) mientras que los otros carecen de él. ¿Se han pensado que la gente es tonta?





