La Policía Nacional ha detenido en el Aeropuerto de Ibiza a siete ciudadanos de nacionalidad albanesa que utilizaban documentos de identidad italianos y griegos. Además, ha detenido a tres ciudadanas iraníes con documentos húngaros y a dos ciudadanos chinos con documentación japonesa. Todos los documentos eran falsos o habían sido falsificados. El objetivo de los detenidos era conseguir llegar a suelo británico para una vez allí obtener una autorización de residencia.
Las investigaciones han detectado que detrás de estas personas hay redes organizadas que cada año, aprovechando el aumento de los vuelos con destino a los aeropuertos británicos utilizan esta vía de entrada. Los destinos más habituales son Londres, Manchester o Bristol.
Según la Policía, los documentos intervenidos tienen un doble origen, ya que habían sido sustraídos a sus titulares y se les había cambiado la fotografía o la página biográfica donde constan los datos de filiación, o bien se había realizado una falsificación completa del documento.
