Ese es el título de un corto que hace furor en la red y que cuenta la vida de su realizadora, la argentina Paula Schargorodsky. Os recomiendo su visión y que paréis un momento para pensar en el cambio social que desde hace ya dos décadas se está registrando en todo el mundo: los singles, es decir, los que viven solos. Primero fueron las mujeres las que tomaron la decisión de hacer su vida en soltería. La mayoría de los hombres prefieren vivir con una pareja, así lo cuidan. Aunque dice el refrán, que vale más solo que mal acompañado; por qué se prefiere vivir en soledad, antes que en compañía. No es un tema de sexos. Hoy no importa el sexo de la persona con la que convivir. Es un tema de independencia, de libertad, de egoísmo y de educación. Sí, de educación. No nos educan para convivir con otra persona. Ni antes ni ahora. Lo de antes, en que el Hombre era el Pater Familia, el Macho, el Jefe del Clan y todo eso… todo eso ya ha pasado a la historia, en la mayoría de sociedades modernas. Y eso de la mujer con la pata quebrada, atada a la cama y a la cocina, ya es de otra era. Pero, entre Pinto y Valdemoro hay un puente. Deberíamos educarnos en la compresión y el respeto hacia los demás y aprender a compartir lo bueno y lo malo. Aunque mucha gente, la gran mayoría, consigue vivir en familia, un gran número de divorcios se está dando en parejas con más de 25 años de casados. Ellas juran que nunca más se liarán. Ellos se van a casa de su madre. Pero, si la verdad es que lo que quieren todos es una pareja ideal; por qué no hacen todo lo necesario para conseguirla y mantenerla. Qué sociedad somos, que el modelo le convivencia lo crean las series y programas de televisión. Una buena amiga, separada a los 55 años y con 25 de matrimonio, me decía que el problema es la rutina, el cansancio, las obligaciones y la falta de complicidad con la pareja. Los jóvenes quieren ser adultos y no quieren escuchar el consejo que les dan sus padres: casarse pronto, sin amor, es una locura que tiene un final dramático y muy caro. Y esa es la cuestión: el amor. Hay amor en esas parejas que tanto desean compartir cama, tele, juegos electrónicos, cenitas y libertad????. Ya me contestarán ustedes.





