La afirmación del título de este artículo tiene pinta de obviedad si de lo que hablamos es de las negociaciones entre PSIB, Més y Podem. Lo es, es obvio, pero conviene subrayar algunos detalles para que no parezca que no nos damos cuenta.
Los tres partidos han encontrado ya los árboles en los que orinar respectivamente para "marcar territorio". Da la sensación de que, a la espera de discutir quién presidirá el Govern, las tres formaciones se sienten cómodas en la negociación iniciada formalmente esta semana. Es normal, han empezado por lo que les une. Así se tiene un trecho muy avanzado cuando llegue la "pelea".
Porque la pelea llegará y se subirá el tono, pero ya sabemos todos que están condenados a entenderse.
Cada día que pasa -y esto ya parece el parte diario de la guerra- me inclino más por ver a los tres partidos formando parte del mismo Govern. Hoy sigo viendo que parte como favorito Biel Barceló como más que probable nuevo inquilino del Consolat. Se llega a esta conclusión cuando caes en que lo último que querría Francina Armengol es gobernar con dos grupos parlamentarios haciéndole oposición: la beligerante desde el PP y la "amistosa" desde su izquierda, con Jarabo y sus muchachos como protagonistas.
Sin embargo, y como pasa siempre, todo apunta a que la resolución de esta ecuación, la "x", se despejará en un despacho de Madrid, y Balears se convertirá en una parte del cambalache general. Pero aquí tenemos un hecho diferencial en el panorama global. Se llama Més y quiere la presidencia del Govern. Barceló, no lo dude, agotará todos los cartuchos porque se sabe la mejor opción de las posibles.
Acabe como acabe la película, los tres partidos estarán juntos de día pero no dormirán juntos. Estaremos muy entretenidos los próximos 4 años. ¿4?