Todo lo que quería decir hoy en este humilde comentario sobre la atrocidad cometida por los asesinos Islamistas lo dijo ya y de forma magistral el compañero Marc González en su comentario del pasado Viernes titulado “Viviendo con el enemigo”. yo lo suscribo y lo firmo también y les invito a que lo lean.
Como periodista o mejor dicho,como trabajador de la información, también soy Carlitos y me uno al dolor de los familiares de los periodistas asesinados y en su honor, no me puedo quedar callado.
Indudablemente que la gran mayoría de la comunidad musulmana – más de un millón y medio en España- rechaza la forma de actuar de estos asesinos y también quiero creer que los Hijos de Alá no son como los asesinos de París, porque la inmensa mayoría de musulmanes tienen alma y una Fe profunda, que les permite distinguir entre el bien y el mal. Alá es grande, sin duda, pero como padre que es, quiere el bien, no quiere el mal. No es voluntad de Alà ni de ningún Dios que cuatro iluminados asesinen a seres humanos en su nombre, bajo cualquier pretexto.
Alá, Dios, Mahona, Buda, Moisés o como se llamen, no precisan de ningún guerrero ni mártir, ni de ninguna guerra por muy santa que la califiquen, para conseguir la conversión de los Infieles. Alá no quiere a estos servidores del mal, Alà no quiere muertos,quiere vida y amor y nos dejan libres para que busquemos la “Luz” en la tierra. Por lo menos así lo expresan los mulas y los imanes. En estos días les escuchamos rechazar la horrorosa gesta de los asesinos Islamistas en Francia. Si bien, sobre tales manifestaciones y rasgaduras de chilabas, tengo que decir que yo no me acabo de fiar del todo. Como no me fio de muchos de los Jefes de Estado, que el Domingo se ponían al frente de la manifestación en París. La puesta en escena estaba muy bien, pero algunos, no deberían olvidar, que les mandaron tropas y se metieron en sus casas y en su territorio, -lleno de pozos de petroleo por cierto-, para conseguir una libertad que durase, cuando lo que consiguieron fue remover la mierda, con perdón, y, de aquellos polvos, algunos de estos lodos.
De todos modos, y visto como se ponen las cosas, comprobando que ahora son ellos los que se quedan en el país de acogida para cagarse en sus libertades, se hace urgente y necesario no esperar más, que que nuestras buenísimas autoridades comiencen a despejar incógnitas y poner los puntos sobre las íes . Se hace necesario legislar, para que las mujeres musulmanas que vivan en Europa, sean tratadas como personas y no como esclavas y que puedan disfrutar de la libertad y de las mismas condiciones igualitarias que los hombres y que por real decreto, se quiten el burka de una puñetera vez y los demás embalajes que les ocultan el rostro. Si quieren ponerse estas prendas que se las pongan en la intimidad o en la Mezquita y punto.
Es necesario que los que dan papeles y otorgan derechos licencias y ciertos privilegios, se pongan las pilas y que si es preciso, legislen de nuevo para que el que la haga la pague y el que no se porte bien que le den pasaporte a la primera de cambio, que les digan claramente, que ésta no es una caricatura de Democracia. No hay que esperar como ha ocurrido en Francia a que estos lobos sanguinarios nos asesinen cualquier día, en cualquier lugar y porque no vamos a su misa o no nos da la gana bailarle el agua al jefe terrorista de turno.
Hoy yo también soy Charlie, pero reconozco que no lo quiero llegar a ser.