Problema | El 6% es daltónico

El 24% de los conductores sufre, al menos, una deficiencia visual

www.mallorcadiario.com  fotos 1 uploads 2011 07 conductoraok
www.mallorcadiario.com fotos 1 uploads 2011 07 conductoraok

El 24% de los conductores tiene, al menos, una deficiencia visual, una problemática que es especialmente grave durante estos meses de vacaciones, en los que se multiplican los desplazamientos en coche y, como consecuencia, también aumenta el número de accidentes, muchos de ellos debidos a problemas visuales sin corregir del propio conductor. Según Juan Carlos Martínez Moral, presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, si todos los conductores “nos revisásemos la vista cada año, se reducirían los accidentes. El problema está en que el 46% de los automovilistas no lo hace, aumentando, por tanto, el riesgo de sufrir accidentes de tráfico”. Y es que, “al igual que comprobamos el estado del vehículo antes de viajar, debemos hacer lo mismo con nuestra visión, sobre todo si utilizamos corrección visual y/o superamos los 45 años de edad”, reitera. De hecho, es fundamental que “los conductores sean conscientes de la necesidad de que las capacidades visuales que intervienen en la conducción estén en perfecto estado”. En este sentido, la entidad colegial recuerda que la agudeza visual de lejos “es la capacidad para percibir con nitidez pequeños detalles”, por lo que es “imprescindible ver con claridad para conducir de forma segura. La mitad de los conductores no llega a una agudeza visual adecuada en visión de lejos, lo que puede ser indicativo de que la graduación de sus gafas o lentes de contacto no está actualizada”. Paralelamente, no hay que olvidar que el deslumbramiento, la condición en la que una fuente de luz relativamente brillante causa malestar en la visión, “es un problema que aumenta considerablemente en los conductores de edad avanzada”. En la conducción también son fundamentales la sensibilidad al contraste o habilidad del sistema visual para distinguir entre un objeto y el fondo sobre el que está situado, así como la estereopsis, como se denomina al proceso que permite apreciar distancias entre los objetos. Cuando adelantamos o cambiamos de carril, hay que ser capaz de valorar correctamente las distancias. En cuanto al campo visual, el área en la cual nuestra visión periférica nos permite ver objetos a los lados, mientras nuestra mirada está dirigida a un punto central, es clave en la conducción para percibir el tráfico o la presencia de peatones a los lados de la vía sin necesidad de desviar la mirada”. DALTONISMO Martínez Moral resalta también la importancia de la percepción de los colores, porque es fundamental que los conductores “reconozcan instantáneamente los colores de los semáforos y señales. Sin embargo, el 6% de los conductores son daltónicos, lo cual puede provocar que su reacción sea más lenta”. A estas condiciones normales hay que añadir todas aquellas alteraciones o enfermedades que producen una disminución de la visión. Por eso, las personas que padecen glaucoma, miopía y cataratas o se han sometido a operaciones oculares recientemente deben extremar la precaución al conducir, sobre todo de noche. Pero, además de las capacidades visuales, hay que prestar especial atención a otros factores que afectan negativamente a la conducción, como es la fatiga ocular, dado que conducir requiere un esfuerzo constante con un altísimo grado de demanda visual. Ante la fatiga ocular, el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas recomienda “parar el coche, cerrar los ojos o mirar a lo lejos, sin fijar la atención en ningún detalle, para que así se relajen nuestros ojos”. En cuanto a la falta de luz, no hay que olvidar que los accidentes de tráfico aumentan durante la noche y la agudeza visual se reduce hasta en un 70%. No se perciben igual los colores, y se puede perder la sensación de relieve. Si se utilizan lentes de contacto, los ojos se resecan más, por lo que es conveniente, por la noche, sustituirlas por unas gafas correctoras dotadas de un cristal lo más transparente posible. Finalmente, las condiciones climatológicas adversas, como la lluvia o el granizo, disminuye la visión y provoca reflejos debido a las gotas de agua suspendidas en la luna del coche. En estas circunstancias es fundamental conducir con la visión máxima, es decir, con las gafas graduadas y las lentes correspondientes. Por todo ello, se aconseja, para conducir, gafas de sol polarizadas, mientras que si son graduadas, es importante que cuenten con un tratamiento anti-reflejante, dado que disminuye los reflejos y los deslumbramientos e incrementa el contraste.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias