Mallorcadiario.com

Adiós, centro, adiós

Una vez más veo que me he equivocado. Me pasé toda la vida defendiendo la democracia, intentando que todos los mallorquines entiendan que hay gente buena en todos los partidos, y no ha servido para nada. Conocidos y lectores ya hace unos meses que me piden que dé más caña. ¡Como si esto de opinar fuese un ejercicio de ataque al que no piensa como tú! Dar caña, ¿a quién o a qué? Todo el mundo tiene el derecho a pensar como quiera. A creer a quien quiera y a votar a quien quiera. Eso es democracia. Es cierto que cada día hay más radicales de ambos bandos. Menos en uno que ya está desapareciendo: el llamado centro político. De hecho, las nuevas propuestas electorales nacen desde la derecha y se van al extremo más radical. Del centro nadie habla, nadie quiere escuchar, a nadie le importa. Solo importa ser de la derecha o de la izquierda. Y de los nacionalistas, los separatistas, y los ecologistas. Aunque no conozco a ningún partido ecologista de centroderecha. Tal vez, porque nunca les han dado subvenciones. ¿Qué es ser de centro? Yo ya no lo sé. Solo puedo decir que sé distinguir a los extremos porque siempre insisten en que ellos tienen razón y que el adversario político es un mentiroso. Veo una encuesta de calle en una manifestación de la izquierda, y los participantes, todos, coinciden en decir que lo que dice la derecha son bulos y mentiras. Que lo de la UCO no es verdad, que se lo han inventado los del PP. Dicen que los jueces que investigan causas contra Sánchez y su entorno familiar y político son de derechas y que todo es mentira. Veo otra encuesta, está en una manifestación de la derecha y los participantes dicen lo mismo, pero con otro acento. Sánchez es un ladrón, un canalla, un dictador, como Franco, que hay que meter a su familia y a él, el primero, en la cárcel. Que en su Gobierno son todos unos ladrones y unos puteros. Así está esta España nuestra, esta España mía.

Cuando intento explicar a los conocidos que hay que ser más democrático e intentar encontrar en el adversario político lo que tienen de bueno, tanto en su filosofía, como en su acción política, me dicen que estoy atontado. Inténtelo usted, estimado lector, con alguien de su entorno, pregúntele ¿qué hacen bien, o qué tiene de bueno ese partido al que tanto odia? Si la respuesta es que no tiene nada bueno, está usted ante un dictador. Un no demócrata. Piense que un partido representa a sus afiliados, simpatizantes y a los que le votan. No pueden estar millones de personas equivocadas. Es histórico el odio de unos contra otros, desde 1492, cuando los reyes católicos unificaron los renios peninsulares y los señores feudales se quedaron a dos velas. Desde aquel siglo XV, no hemos parado de enfrentarnos y atacarnos con todas las fuerzas posibles. Desde las armas a las traiciones, y desde los asesinatos a los robos. Esta polaridad está llegando a unos límites muy peligrosos. Cada vez es más difícil escuchar a un político que no mienta o que no tergiverse la realidad intentando hacer creer que el malo, el maligno, es el otro. Estamos aceptando una deriva muy agresiva y peligrosa. ¿Qué pasará cuando a algún ilegal residente en España se le vaya la mano y mate a alguien por no ser como él? Todos utilizarán el delito para hacer causa. Unos contra la inmigración ilegal, los otros para acusar al PP, a VOX, a Alianza Catalana y Junts y al que huela a derecha de ser los que provocan a los pobres y desgraciados que buscan en Europa una vida mejor. Como decía la canción, solo le pido a Dios que no me sea indiferente.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias