Reconozco que alguna vez he comprado algún artículo en el ‘top manta’, básicamente complementos, porque no me fío ni un pelo de los DVD o los CD, ya que a más de uno que conozco le han vendido películas y canciones tan mal grabadas, que tuvieron que ir directamente al contenedor, con el consiguiente enfado de los compradores, que no han vuelto a adquirir ni uno sólo de estos artículos, por muy baratos que sean, pero jamás se me ocurriría pedir que les sancionasen por estas compras. El que compra en estos “puestos” ya sabe a lo que se expone, al igual que lo saben quienes salen a la calle cada día con el miedo a perder su mercancía, que es lo único que les permite subsistir. Y mejor que se ganen la vida de esta forma que no con otros menesteres, en la mente de todos. Y no creo que sea el ‘top manta’ el culpable de la situación de los comercios sino el seguir anclados en el pasado, el negarse a innovar, el mantener horarios contrarios a la sociedad actual y el olvidar que Palma es una ciudad turística y que, comercialmente hablando, los festivos y domingos está completamente muerta. Eso y no el ‘top manta’ es el verdadero problema.
