El Ayuntamiento de Alaró ha encontrado margen en las cuentas de 2025 —y un empujón del Consell y el Govern— para mover ficha donde el presupuesto inicial no llegaba. En total, casi 227.000 euros de inversión extraordinaria para actuaciones que, según el consistorio, “responden a necesidades detectadas en la calle”.
El alcalde, Llorenç Perelló, ha defendido que las actuaciones son “fruto de una gestión responsable” y de una buena coordinación institucional. “Cada euro que se ahorra o que se obtiene vía subvenciones debe revertirse en mejoras visibles para los vecinos”, ha afirmado, reivindicando que las prioridades salen “del contacto directo con la ciudadanía”.
DISTRIBUCIÓN DE LA INVERSIÓN
El grueso del paquete tendrá impacto directo en el día a día de los vecinos: 60.000 euros para atacar baches, mejorar aceras y embaldosar zonas deterioradas como el Carreró de Son Borràs o tramos del Camí de Vela. También se reordenará el entorno frente al Escorxador, con la promesa de dotarlo de un aspecto “más amable y verde”. Los residentes, acostumbrados a sortear socavones como si fuera un deporte local, cruzan dedos: esta vez, el asfalto podría ganar la partida.
Otro de los puntos fuertes mira al corazón del municipio: Plaça de la Vila y la casa consistorial. Con 84.800 euros se restaurará el adoquinado, las fachadas y el mobiliario urbano, además de renovar la iluminación. La imagen del centro —donde el adoquín había perdido la batalla contra el tiempo y las ruedas— aspira así a ponerse de gala.
Cultura y educación también rascan mejoras del fondo extraordinario: 21.100 euros para renovar luces y sonido del teatro municipal y Son Tugores, nuevo mobiliario para Es Nieró y más mesas y sillas para fiestas populares. No es Broadway, pero al menos el telón subirá con mejor luz.
En el ámbito deportivo, 13.200 euros permitirán instalar nuevos focos en la piscina municipal y las pistas de baloncesto y skate, además de pequeñas reparaciones y cortinas divisorias en el pabellón. Objetivo: que la práctica deportiva no dependa del sol ni de la imaginación para separar actividades.
Y para los mayores de la vivienda tutelada, 48.000 euros para un nuevo sistema de aire acondicionado con bomba de calor. Tras los veranos tórridos recientes, el confort climático deja de ser un lujo.








