Diario de Ibiza publicó a modo de balance, un listado de los pequeños retrasos que tiene la gestión pública en la isla de Ibiza. Nada, cuestiones sin trascendencia. Si fuera algo importante, seguro que nos lo contaba el propio Govern a través de sus múltiples departamentos de información o en su boletín “ditifet”, que se ha creado para contarnos de verdad la verdad. Dice el periódico pitiuso que la estación de autobuses de la ciudad tiene ya un retraso de tres años sobre la fecha prevista para la inauguración; ahora hay filtraciones de agua que impiden la apertura. En septiembre pasado debió entrar en servicio un nuevo instituto de enseñanza media en Sant Antoni, pero las obras se han parado y nadie sabe qué sucederá. El Govern de Antich dijo, apenas tomar posesión, que retiraría las tierras del frustrado golf de la familia Matutes: cuatro años después, pues eso que las tierras, pese a que era prioritario, siguen donde estaban. Tampoco hay nuevo plan urbanístico para la isla, pese a las promesas reiteradas. En Sant Josep, uno de los municipios más importantes urbanísticamente, tras cuatro años de trámites, el pleno no ha sido capaz de aprobar las normas que reemplacen a las de 1986. Algo similar, pero menos grave, sucede con Sant Joan. Las residencias sociosanitarias de Sant Jordi y Sant Antoni llevan un lustro de tramitaciones, pero siguen sin abrirse ahora porque no se ha contratado el personal. Y el récord lo tiene el conservatorio de música, que se licitó en 2005 y sigue sin abrirse para su uso. El periódico continúa con la lista de incumplimientos que no vamos a reproducir aquí por falta de espacio. Ante esta realidad, no me extraña que el Govern haya abierto una página web, www.ditifet.info que nos informa con objetividad de cómo hace las cosas. Sí, porque uno no puede fiarse de los medios de comunicación.





