Hacienda manda Verifactu al cajón ante las quejas recibidas

El Ministerio de Hacienda ha decidido aplazar un año la entrada en vigor del sistema de facturación Verifactu, previsto inicialmente para implantarse de forma obligatoria en 2026. El cambio de rumbo llega tras la acumulación de quejas por parte de autónomos, pymes, asesorías y organizaciones empresariales, que consideraban imposible adaptarse al nuevo modelo en los plazos fijados.

Desde el departamento que dirige María Jesús Montero reconocen abiertamente que el aplazamiento responde a las peticiones del tejido empresarial. “Queremos dar más margen a que se puedan adaptar y solventar con tiempo todas las dudas que tengan”, señalan fuentes del gabinete de prensa del Ministerio a mallorcadiairo.com, que admiten que la complejidad técnica del sistema exige una implantación más gradual.

La decisión supone un respiro para miles de pequeños negocios que en las últimas semanas habían expresado su inquietud ante un sistema que obliga a enviar cada factura en tiempo real a la Agencia Tributaria y a utilizar software certificado.

EN BALEARES, LA PREOCUPACIÓN YA VENÍA DE LEJOS

El aplazamiento refuerza lo que este medio publicó hace apenas cuatro días: la implantación de Verifactu había generado inquietud en Baleares por su impacto en pymes y autónomos, especialmente en sectores con mayor presencia de microempresas, como comercio, restauración o servicios profesionales.

Las asesorías advertían de que ni los programas estaban preparados ni los usuarios habían recibido instrucciones claras. El miedo a sanciones, sobrecostes informáticos y plazos imposibles marcó el debate en las Islas durante el último mes.

UN AÑO MÁS, PERO LA OBLIGACIÓN SIGUE EN PIE

Aunque el calendario se retrasa, Hacienda insiste en que "no renuncia al sistema". Verifactu continúa siendo "una pieza del plan de digitalización fiscal", pero con un despliegue más pausado y con la promesa —al menos sobre el papel— de más explicación y acompañamiento.

Autónomos y pymes ganan tiempo para adaptarse. La Administración, también. Lo que queda por ver es si este nuevo margen bastará para que un sistema tan complejo deje de generar más dudas que certezas.