Así lo defiende el 75,7 por ciento de los consultados, frente al 24,3 que se inclina por la posición contraria, es decir, por la no conveniencia de poner en marcha una acreditación de estas características.
Cabe recordar que la propuesta cuenta con el apoyo de algunos de los más firmes pesos pesados de la política europea, empezando por la presidencia del gabinete de la UE, Ursula von der Leyen, que en repetidas ocasiones se ha manifestado favorable a esta iniciativa. En España, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se ha declarado también partidaria de llevar adelante la puesta en marcha de un pasaporte vacunal. Finalmente, en Baleares, la presidenta del Govern, Francina Armengol, comparte este criterio, y así lo expuso en una reciente intervención en el Parlament autonómico. En el ámbito sanitario, esta es también la postura de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por otro lado, para buena parte de los representantes del sector turístico, tanto en las islas como en otros destinos vacacionales, el pasaporte de vacunación permitiría acelerar la reactivación económica de la principal industria del archipiélago y del Mediterráneo.