ARCO y flechas

Para ser honesto y antes de comenzar mis comentarios, quiero reconocer que soy un profano del arte y que todas las disciplinas que comparten ese epígrafe me agradan por lo que me evocan y emocionan, sin que atienda otros criterios más allá del simple hedonismo.

Apenas es necesario recordar la polémica suscitada en la feria de Arte Contemporáneo (ARCO 2018) por la insólita retirada de un montaje compuesto por 24 fotos pixeladas en blanco y negro, obra del madrileño Santiago Sierra y que lleva por título “Presos políticos españoles”. La decisión de descolgar el trabajo fue adoptada por la galerista Helga de Alvear a instancias del presidente de IFEMA, Clemente González, que consideraba inapropiado su contenido y porque el artista alternativo, que fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2010, perjudicaba la visibilidad del conjunto de los contenidos de la edición recién inaugurada.

Como algunos individuos relacionados con este ecosistema defienden que el arte es provocación y siempre debe incomodar, he querido sondear el DEL para saber si estamos hablando de lo mismo. Si nos atenemos a la primera definición que nos propone la RAE: “Capacidad, habilidad para hacer algo”, me temo que es un cajón de sastre demasiado amplio para profundizar. Si seguimos ahondando en el diccionario, los académicos acordaron que el arte es una “Manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”. Empiezo a entender por qué hay tantas personas que se consideran artistas y el motivo por el que un lienzo en blanco o unos cantos rodados puedan formar parte de los anales de la pintura o la escultura.

Es posible que alguien pueda interpretar que solo el fruto de una envidia malsana puede motivar que cuestione el lenguaje críptico de los enólogos y los críticos de arte, que parecen afectados por el mismo alucinógeno, pero no debe ser tan bueno el producto cuando cuesta tanto explicarlo. Debería valer el ejemplo del controvertido inductor de nuestro análisis (el que ha vendido por 96.000€ las fotos de los destituidos miembros del gobierno catalán y de los anarquistas que estallaron una bomba en la Basílica del Pilar), de cuya obra señaló Pablo España que “presenta los mecanismos de dominación de forma muy cruda, así como la frustración y la decepción del placer estético”. Sigo sin entenderlo.

Ya creo haber acumulado suficientes enemigos como para abordar la especulación, opacidad y artimañas que envuelven el floreciente negocio del arte, en el que algunos han edificado grandes fortunas. Por eso me centraré en los límites de la libertad de expresión (coincidiendo con la ratificación de la sentencia contra Josep Miquel Arenas), habitualmente evocada en casos como éste. Por instinto, siempre defenderé el derecho del individuo a manifestarse sin cortapisas, salvo las del buen gusto y el respeto. Unos límites que no tienen excepciones, como las que plantean los colectivos que defienden al rapero Valtònyc por su apología terrorista, al tiempo que reprueban las letras de cualquier reguetón machista. Por tanto, me parece una decisión desacertada darle notoriedad involuntaria a unas fotos que hubieran pasado desapercibidas, tanto como colgar una obra que la propia galerista consideraba poco atractiva y que su único valor radica en el escándalo.

No quiero meter a todos en el mismo saco, pero en un mundo donde el esnobista se mueve como pez en el agua, es imposible olvidar la boutade del programa “El buscador”, que emitió hace una década Telecinco, cuando colgaron en ARCO un cuadro pintado por niños de guardería y preguntaban su impresión a los visitantes. Estoy convencido de que los mismos que entonces dijeron del artista que tenía una gran experiencia y su obra reflejaba mucha meditación y complejidad, son los mismos que estos días fotografían el relieve que las alcayatas han dejado sobre la pared desnuda de la censura.

Suscríbase aquí gratis a nuestro boletín diario. Síganos en X, Facebook, Instagram y TikTok.
Toda la actualidad de Mallorca en mallorcadiario.com.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más Noticias