El 60 por ciento de los puestos más cualificados del área sanitaria en Balears son cubiertos por profesionales llegados de otras comunidades. El secretario general del sindicato profesional SATSE, Jorge Tera, aportaba estos datos y expresaba, este sábado, en mallorcadiaro.com su malestar por la situación impuesta desde el Govern según la cual los profesionales del área sanitaria de las islas tendrán que acreditar conocimientos de catalán nivel B2 para acceder a oposiciones y bolsas de empleo.
Que el conocimiento del catalán sea un requisito o un mérito es una decisón política que debería tener en cuenta tanto el respeto y la protección de los elementos identificativos de nuestra cultura como la obligación de asegurar la mejor cobertura profesional de los servicios públicos. El secretario general del SATSE considera que la situación actual es una imposisición de Més per Mallorca y achaca a la presidenta Armengol que con esta cesión haya acabado con la paz social en el ámbito sanitario. Jorge Tera insistía en que la lengua no era un conflicto, como demuestra que sólo siete de las miles de reclamaciones presentadas por los usuarios fueran referidas a la lengua.
Como solución aporta fórmulas progresivas o por zonas geográficas, como se hace en Euskadi, donde no se aplica igual en las ciudades que en los valles más euskaldunes.
La situación puede provocar tensiones en un sector de 14.000 empleados públicos, cuando según los cálculos del SATSE 3.500 enfermeros y enfermeras quedan fuera del sistema, ademas de los médicos y otros profesionales del sector. Pero sobre todo, puede ocasionar problemas en la atención sanitaria a los ciudadanos baleares si con esta decisión no se pueden cubrir todos los puestos de trabajo con profesionales solventes.
A esa situación se ha llegado tras una imposición política con escaso debate previo con el sector. Esa es la principal queja de los profesionales, quienes apenas dispusieron de 48 para estudiar el documento remitito por el Govern, hacer alegaciones y discutirlo en la mesa sectorial. Su sensación es que "no había ni hay intención de cambiar una sola coma y que la negociación era puro trámite".
Ante esta situación, Armengol debería dialogar. La presidenta habla mucho de diálogo los últimos días, en referencia a cuestiones ajenas a la sociedad balear. Sería bueno dar ejemplo, aquí, en su comunidad, empezando por cuestiones tan próximas y cotidianas como es la calidad de la atención sanitaria a los ciudadanos.




