Un mes y medio después de las elecciones Francina Armengol, ahora portavoz socialista en el Parlament, se “ha desmelenado” y olvidando que durante cuatro años ha sido la presidenta del Consell de Mallorca, sale a la palestra a pedir a Bauzá que aplique la Ley del Buen Gobierno y la Buena Administración, aprobada por el Parlament, y haga un examen de idoneidad a los altos cargos. Y yo, la verdad, no estoy en contra de este examen, pero está claro que si la señora Armengol lo hubiera hecho durante su mandato hubiera tenido que salir la primera. ¿Cómo se puede olvidar así, de un plumazo, que durante cuatro años se ha tenido la responsabilidad política y olvidarlo de un día para otro?. Armengol es responsable, junto a sus compañeros, del desgobierno en el que ha estado sumida esta Comunidad Autónoma, de la situación de bancarrota en la que nos encontramos y de los sacrificios que habrá que hacer para salir de ella. Así que cuando la oigo hablar de idoneidad, de total trasparencia, de reuniones abiertas o de presupuestos, de todo lo contrario a lo que ella ha hecho, siento tal indignación que me dan ganas de acampar frente a su casa.



