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Cenaba yo, tranquilo, la otra noche, la última del año. Solo, sin sombrerito, ni espantasuegras, ni uvas, ni casi nada. Miré por la ventana y era de noche; por eso cenaba. Disfrutaba de un maravilloso manjar, algo que ya nadie come entre la clase media-alta. Se ingiere entre los pobres
Una vez resuelto, por la clásica vía del referéndum, el contencioso planteado sobre la permanencia de terrazas en la superficie del Paseo des Born, en Palma, me permito dar mi humilde opinión al respecto. El momento escogido para ofrecer mi punto de vista es importante ya que actualmente mis ideas
Me ha parecido elegante dejar pasar un par de días desde la jornada electoral del pasado domingo. Puedo imaginar que ustedes, amables lectores, sufrirán de una cierta saturación e intoxicación mental al respecto; y de eso, no tengo ninguna duda. En cuanto a mi – y les ruego que, en
Suele asociarse el calificativo elegante a aquello relacionado con la vestimenta. Y sí, la verdad, encaja pero representa sólo una parte mínima de su semántica particular; su significado real alcanza muchos otros matices y se refiere a diversos apartados de nuestra relación vital. La elegancia auténtica está muy relacionada con
El azar es una estupidez que no conduce a ninguna parte. De hecho, Albert Einstein escribió que “el azar no existe; Dios no juega a los dados con los hombres” (entiendo que también se refería a las mujeres). Desde un punto de vista estríctamente matemático todo, en este mundo, se
Así empezaba la tonadilla de una canción que interpretaba el italiano Jimmy Fontana. ¡Que gran verdad! No passssa nada, tranquilos; segundos fuera y nervios templados. En solo cuatro días, las famosas elecciones catalanas: 27S, fecha tabú. Tranquis, colegas, no se va a producir el tan cacareado fin del mundo. Nada
Así empezaba la tonadilla de una canción que interpretaba el italiano Jimmy Fontana. ¡Que gran verdad! No passssa nada, tranquilos; segundos fuera y nervios templados. En solo cuatro días, las famosas elecciones catalanas: 27S, fecha tabú. Tranquis, colegas, no se va a producir el tan cacareado fin del mundo. Nada
Existen, dentro del refranero universal, algunas máximas o frases proverbiales que rozan la falsedad más acribillante, metafóricamente hablando. Uno de los dichos más sonados al respecto es aquel tan célebre, celebérrimo, que reza: “las apariencias engañan”. Así, tal cual, tal como suena, con aquella tranquilidad. Si nos remitimos, como siempre,
Siendo, estos, tiempos dedicados al reposo y al cultivo del espíritu, me permitirán que les recomiende, de modo fervoroso, la lectura de uno o varios libros de dos escritores – deconocidos hoy en día por parte de la mayoría de ciudadanos- que publicaron sus obras con talento y brillantez durante
Siendo, estos, tiempos dedicados al reposo y al cultivo del espíritu, me permitirán que les recomiende, de modo fervoroso, la lectura de uno o varios libros de dos escritores – deconocidos hoy en día por parte de la mayoría de ciudadanos- que publicaron sus obras con talento y brillantez durante
He sido y sigo siendo un gran partidario de la alegría. Creo, sinceramente, que el concepto en el que se basa el sentimiento de la alegría es altamente positivo. Ustedes me dirán: “oiga usted, colega, esto que acaba de escribir es una chorrada más elevada que la negación de la
Que llueva, que llueva…! Cuando un servidor gozaba de pelo natural sobre el cráneo, la dentadura era inexpugnable y los años no alcanzaban edades grotescas, el pueblo, en España, era mucho más crédulo y el respeto por las leyes católicas poseía rango de sagrado. Así, el prisma bajo el que