De camino a casa, con mi queridísima Lady Macaret, nos paramos a tomar un vino y a picar algo en una antigua tienda de tejidos de la calle Fábrica de Palma, La Isolina. No fue un vino, fueron dos, y pedimos tres platillos para compartir, todo buenísimo. También la conversación con Dani, el camarero, un argentino discreto (esto es raro), y con Sam, un sueco joven y espabilado. Los dos nos recomendaron que otro día fuéramos a Azuca, la versión restaurante de La Isolina. Les dije que no pasaría mucho tiempo.
Efectivamente, el martes siguiente tenía previsto cenar con Alex, mi vecino sueco, y le sorprendí reservando en Azuca donde, menos la comida, todo es sueco: el propietario, el equipo de cocina, los camareros, el buen rollo y, este día, también todos los comensales, menos una pareja de estadounidenses de la mesa de al lado y yo. Coincidía con una semana que es de vacaciones escolares en Suecia y estaba petado, de suec@s.
Desde que entré por la puerta me encantó la atmósfera relajante, la decoración moderna, la música, el murmullo suave de las conversaciones, casi todas en sueco. Cuando miré la carta pensé que me apetecía todo, pero teníamos que elegir. Tienen una carta con platos de cocinas del mundo: Lobster Roll, Burrata, Burgers, platos Thailandeses y Koreanos, Kebab, Pasta, Tacos… y la Tarta Pavlova, nunca la había visto en un restaurante de Mallorca.
Optamos por la Burrata con vinagreta de cereza negra y pesto de almendra, la sorpresa de la noche; Korean Pork Belli, panceta caramelizada con glaseado coreano, todo melosidad y sabor; Pluma ibérica marinada en miso y glaseado de Jerez, me encanta la carne ibérica; y Kebab Bowl, un No-kebab porque no lleva tortita, es más bien una ensalada con salsa de kebab. Una disfrutada! Echo en falta algún plato sueco. Me dijeron que han tenido Skomakarlada y BiffRydberg, pero ya no lo tienen. A ver si los reponen.
Cuando me levanté de la mesa había decidido que escribiría este artículo. Para informarme contacté con Sam, el encargado que coordina el servicio y los dos locales. Le pregunté por el chef, y me dijo que no tienen, que tienen un equipo de cocina, del que también forma parte Thomas, el propietario, que les trata muy bien, y que no hay jerarquías. También me contó que el personal es jovencísimo. Aunque el propietario y una camarera superan la trentena, Sam es el mayor, tiene 23 años, el resto son más jóvenes.
Un último apunte breve sobre el propietario, Thomas Hartwig, un tipo curioso e interesante. Voy a intentar saber más pero, por lo poco que se, trabaja o ha trabajado, entre otras cosas, en la creación o programación de robots. El antecedente de Azuca es una heladería que tuvo en Palma, con el mismo nombre, donde quien hacía los helados era un robot, y he visto en su instagram @thomas_hartwig fotos de puestos de helados con un heladero-robot. Flipante!
Ficha:
Dirección: Calle Fábrica 43 (Palma)
Teléfono: 689072960
Web: www.azuca.es
Reservas: En la web
Tipo de cocina: Fusión





