La espera ha sido larga, pero, sin lugar a dudas, ha valido la pena. Después de que las dos últimas ediciones de la fiesta de la Patrona, la Mare de Déu dels Àngels, no hayan podido celebrarse con normalidad debido a las restricciones impuestas por la pandemia, este martes, 2 de agosto, el pueblo de Pollença, residentes y visitantes, se han desquitado con uno de los simulacros de la batalla de Moros i Cristians más espectaculares de las últimas décadas.
Participación, entusiasmo, alegría, jolgorio y, en definitiva, felicidad. Estas han sido las sensaciones que han predominado este martes, a patrir de las 19 horas, en Pollença, con ocasión del simulacro de la batalla de Moros i Cristians, que, tras dos años de limitaciones y prohibiciones, ha podido recuperar su formato más multitudinario.
El elenco que ha tenido el honor de dar vida a los personajes clave de la emblemática escenificación ha estado integrado, en esta histórica ocasión, por Salvador Esquinas, que ha interpretado el personaje de Joan Mas; Josep Vives, que se ha puesto en la piel del otro gran protagonista de la historia, el corsario Dragut; Joan Xumet, que ha asumido el papel de lugarteniente, y Pep Carmona, que ha hecho las veces de abanderado.
TEDEUM, MÚSICA Y FUEGOS ARTIFICIALES
Antes, a las 17 horas, ha tenido lugar un pasacalles a cargo de la Tropa de Cornetes i Tambors del Soldà, y, posteriormente, a las 17.30, ha salido en procesión la antigua imagen de la Patrona.
Tras la batalla, muy competida pese a su nada incierto desenlace, está previsto, a las 21.30 horas, tendrá lugar el tradicional Tedeum de Mossèn Miquel Tortell, en acción de gracias y cántico de los 'Goigs' de Costa i Llobera. Al finalizar, en la Plaça Major se interpretará la Alborada y el Visca Pollença, por parte de la Banda de Música de Pollença.
La fiesta terminará a las 23 horas con fuegos artificiales a cargo de Europlà, en la Vinyeta.
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