La decisión de José Ramón Bauzá de no admitir imputados en las listas electorales supuso una auténtica revolución en el partido que apunto estuvo de provocar un cisma. Al final y pese a las presiones el líder popular se salió con la suya y consiguió regenerar la dirección del partido dejando fuera, eso sí, a históricos como Jaume Font o Joan Flaquer. En su momento fue una decisión arriesgada pero el tiempo demostró que era acertada porque le dio a su candidatura un plus de credibilidad que se reflejó con un resultado aplastante en las urnas. Ahora Bauzá da marcha atrás y se salta sin previo aviso ni explicación su propia regla al incluir en la candidatura al Senado a Pepe Sala, imputado en el ‘caso del Plan Territorial de Ibiza’, que ayer mismo reabrió el juzgado. Dice Miquel Ramis que Sala tiene todo el derecho del mundo a ir en las listas porque “no es corrupto ni dudoso”. ¿Quiere decir eso que Jaume Font o Joan Flaquer sí lo son? Bauzá se ha equivocado y la oposición no va a tardar en echarse a su yugular a recriminarle su viraje.
